Chiapas enfrenta una crisis de operatividad. La indiferencia de los ayuntamientos limita su potencial social y educativo
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
A pesar de que Chiapas se posiciona como la sexta entidad del país con mayor número de bibliotecas públicas, con 405 espacios registrados ante la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura, una problemática persiste. La falta de operatividad en 75 de estas bibliotecas refleja una crisis que va más allá de simples estadísticas: es una cuestión de interés y compromiso por parte de los ayuntamientos locales.
El director de la Red Estatal de Bibliotecas, Fabián Rivera Juárez, y el presidente de la Asociación de Librerías de Chiapas, Julio Sánchez Esquinca, coinciden en que el verdadero desafío radica en la indiferencia de los gobiernos municipales. Esta falta de compromiso no solo afecta la operatividad de los espacios, sino que también limita su potencial como centros comunitarios y educativos.
Aunque 330 bibliotecas están en funcionamiento, la desatención y los problemas estructurales han dejado a 75 en un estado de inactividad. La falta de personal, y condiciones inadecuadas de los inmuebles son algunas de las razones detrás de este abandono. En contraste, las bibliotecas en ciudades como Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas funcionan como modelos de éxito, mientras que en Tapachula y Villaflores se observa una falta de interés de los Ayuntamientos.
Julio Sánchez Esquinca destacó la transformación que las bibliotecas pueden experimentar al gestionarse de manera idónea. La Ley de Bibliotecas Públicas, aunque existe, no siempre se cumple, y muchos municipios incumplen con su obligación de proporcionar infraestructura adecuada, sueldos y personal capacitado.
Rivera Juárez también afirmó que el gobierno federal proporciona servicios sin costo, un recurso valioso que rara vez se valora en su totalidad. Si bien Chiapas destaca a nivel nacional en número de bibliotecas, el verdadero éxito depende de la inversión y el interés de los gobiernos locales en mantener estos espacios como verdaderos centros de desarrollo y encuentro comunitario.