Roberto Chanona
La primera vez que escuché este nombre fue en la epopeya de Víctor Hugo El Fin de Satán; se trata de una versión moderna del mito judeocristiano acerca de la vida sexual de Dios. Y como dice Hugo: Dios y Satán son uno, y la esposa de Dios es Matrona y la esposa de Satán, es Lilith. Estos personajes van a tener una hija, que se llamará el Ángel Libertad, y que viene a la Tierra encarnada en la revolución. Solamente que en esta epopeya Hugo ha creado un personaje que es simboliza la ausencia. Eva está desnuda, Lilith está cubierta y cuando ella se desnuda desaparece, es La Nada. Así Hugo logra darnos la impresión de la existencia de este ser que no existe y que se llama Lilith.
Posteriormente, me encontré este nombre en la epopeya más antigua de la época Sumeria, mejor conocida como ElGilgamech y el sauce. Aquí el nombre “Lilith” proviene del vocablo asirio-babilónico lilitu, “demonio femenino” o “espíritu del viento”, que constituía parte de una tríada mencionada en los conjuros babilónicos. También es fascinante la asociación de esta mujer con serpientes, lechuzas y leones, como podemos ver en la imagen, una bella mujer con garras y alas.
“Entre sus raíces, la serpiente “que no conoce reposo”/ había situado su nido;/ en su copa, el pájaro de la tempestad,/ había colocado su cría;/ en el centro Lillake construyó su casa.
(…)
Gilgamesh se quita de su talle su armadura,/ cuyo peso es de 50 minas.
(…)
Gilgamesh empuñó su hacha en la mano,/ (hacha) que pesaba siete talentos y siete minas,/ y entre las raíces del árbol golpeó/ a la serpiente “que no conoce reposo”;/ y en su copa el pájaro de la tempestad.
Le robó su pequeñuelo, teniendo que huir/el pájaro a la montaña.
Gilgamesh destruyó la casa de Lillake/ y dispersó sus escombros./Cortó el árbol por las raíces, golpeó su copa,/ y luego las gentes de la ciudad vinieron a cortarla./ Entregó el tronco a la brillante Inanna/ para hacerse un lecho,/ (Gilgamesh) con las raíces fabricó un pukku y con la copa un mikku”.
Por su parte el mito hebreo cuenta una historia distinta,pero profundamente asociada con la Lilith sumeria: Adán aburrido y celoso de que los animales tenían una pareja (hembra-macho) sugirió a Dios que remediara esta injusticia. Entonces Dios creó a Lilith de la misma manera que a Adán, aunque utilizando sedimento en lugar de polvo puro. La relación entre Adán y Lilith al parecer no resultó bastante grata para ambos y pronto empezaron a generarse diferencias, pues ambos poseían la misma fuerza.
Robert Graves y Rafael Patai refieren este mito de la siguiente manera:
Adán y Lilit nunca hallaron armonía juntos, pues cuando él deseaba yacer con ella, Lilit se sentía ofendida por la postura reclinada que él exigía. “¿Por qué he de yacer debajo de ti? -preguntaba-. Yo también fui hecha con polvo y, por tanto, soy tu igual”. Como Adán trató de obligarla a obedecer, Lilit pronunció el nombre mágico de Dios, se elevó por los aires y lo abandonó”.
Adán se quejó ante Dios: “Mi compañera me ha abandonado”. Dios envió inmediatamente a los ángeles Senoy, Sansenoy y Semangelof para que buscaran a Lilit y la hicieran volver. La encontraron junto al mar Rojo, región que abundaba en demonios lascivos, con los cuales engendró lilim a razón de más de 100 al día. “¡Regresa con Adán de inmediato -dijeron los ángeles- o te ahogaremos!” Lilit preguntó: “¿Cómo puedo regresar con Adán y vivir como una esposa honesta después de mi estancia en el mar Rojo?”. “¡Si te niegas morirás!”, replicaron ellos.”¿Cómo puedo morir -volvió a preguntar Lilit- si Dios me ha ordenado que me haga cargo de todos los recién nacidos: de los niños hasta el octavo día de vida, el de su circuncisión, y de las niñas hasta el vigésimo día? No obstante, si alguna vez veo vuestros tres nombres o vuestras efigies en un amuleto sobre un recién nacido, prometo perdonarle la vida“. Los ángeles accedieron al trato, pero Dios castigó a Lilit haciendo que un centenar de sus hijos demoníacos perecieran cada día; y cuando ella no podía destruir la vida de un infante debido al amuleto angelical, se volvía en rencor contra los suyos propios”.
Ahora bien, cabe preguntarnos: ¿Por qué Dios no destruyóa Lilith quien se atrevió a pronunciar su nombre mágico? (las diferencias entre los mitos de la creación de Génesis uno y dos, que permiten suponer que Lilith fue la primera compañera de Adán, según Graves y Patai es resultado de haber entrelazado a la ligera una tradición judía primitiva con otra sacerdotal posterior). La imagen de Lilith cambió entrando la edad media en donde se le situó en el lugar de consorte de Yahveh quien al buscar una compañera recurrió a Lilith; como resultado de ello se despliegan tantas enfermedades, guerras, muertes y males que acechan al mundo y que cesarán en el momento en que Yahveh y Lilith dejen de pecar.
En astrología también existe una posición lunar llamada Lilith o Luna Negra. Se da cuando la Luna se encuentra en su apogeo o punto en el cual está más alejada de la Tierra. Este punto tarda aproximadamente nueve años en llegar y regularmente se da en febrero. También este punto arábigosimboliza el inconsciente más profundo del ser humano, esa represión que tiene el ser humano dentro de sí. Llith lo que hace es llevar a esa situación límite para que la válvula salte. Quizá solo estemos frente a deseos adolescentes no cumplidos. Lo más importante es tomar conciencia de nuestros deseos más profundos y tratar de cumplirlos lo más aproximadamente que podamos con ellos, y no cerrar esa caja de Pandora y olvidarnos…
Para concluir, actualmente Lilith representa el arquetipo de lo femenino negado por una cultura patriarcal y ha servido como estandarte del feminismo. Podríamos decir, que ella fue la primera feminista del mundo. Es la efigie del erotismo femenino, de la sexualidad desbordante y natural de la mujer, que aparece intensamente atractiva, y a la vez, potencialmente peligrosa en los sueños de los hombres solos. Por eso los hombres la denigran, pero siguen atados a ella porque representa esa parte oscura, la Reina de la Noche. Lilith comparte la misma historia de las sirenas, las amazonas, las hetairas, todas ellas figuras femeninas que han intentado asumirse como mujeres libres, sin ninguna necesidad de someterse a los hombres.