La falta de refugio adecuado y condiciones climáticas extremas, reflejan carencias en el apoyo
institucional
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
Las condiciones en las que los familiares de pacientes hospitalizados en el Hospital Dr. Jesús
Gilberto Gómez Maza deben esperar son inaceptables. Sin acceso a un refugio digno, se ven
obligados a improvisar campamentos en las banquetas aledañas, exponiéndose a riesgos
innecesarios y a la intemperie. Esta situación, lejos de ser una solución temporal, refleja un
problema más profundo: la falta de infraestructura adecuada para apoyar a quienes atraviesan por
momentos de crisis.
El entorno alrededor del hospital no solo carece de las instalaciones mínimas necesarias para
garantizar la seguridad y el bienestar de los familiares, sino que además agrava su vulnerabilidad.
Las inclemencias del clima, la suciedad acumulada y el ruido constante de las obras en
construcción cercanas, incrementan la tensión y el agotamiento físico de quienes esperan noticias
de sus seres queridos.
Además del desgaste emocional, los familiares enfrentan una carga económica significativa al
verse obligados a pagar por recursos como sillas o alimentos, lo que resalta la falta de apoyo
institucional para quienes se encuentran en estas situaciones críticas. La ausencia de opciones
accesibles y dignas pone en evidencia la desatención de las autoridades hacia las necesidades de la
población más vulnerable.
Este escenario es un reflejo de la desigualdad social y económica que prevalece en la región. Los
más afectados son aquellos provenientes de comunidades rurales y marginadas, quienes, además
de luchar contra la enfermedad de sus familiares, deben enfrentar las adversidades del entorno.
Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para mejorar las condiciones de estos espacios y
garantizar que todos los ciudadanos, tengan acceso a un entorno seguro y digno.
La situación en el Hospital Dr. Jesús Gilberto Gómez Maza exige una revisión urgente de las
políticas públicas relacionadas con la salud y el bienestar social. Es necesario que las autoridades
consideren la creación de espacios adecuados para los familiares de los pacientes y que se
implemente una estrategia integral que aborde las deficiencias estructurales que perpetúan la
desigualdad en el acceso a servicios básicos.