La falta de apoyo y políticas efectivas amenaza con extinguir el idioma, pese a su estatus oficial
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En la región del Soconusco-Sierra, la etnia maya mam enfrenta un desafío existencial: la preservación de su lengua y cultura. Ante la indiferencia de las autoridades locales, los integrantes de esta comunidad han pedido a los alcaldes electos la creación de direcciones de asuntos indígenas en cada municipio, con la esperanza de revertir décadas de abandono. Actualmente, solo seis de los 28 municipios donde los maya mam tienen presencia cuentan con este apoyo.
La lengua maya mam, una de las 14 oficiales de Chiapas, se encuentra entre las cinco en riesgo de extinción. La falta de políticas públicas efectivas y de casas de cultura que impulsen su enseñanza han dejado a las nuevas generaciones sin conexión con su herencia lingüística. La migración juvenil al centro del país o a Estados Unidos ha profundizado esta desconexión, haciendo que la transmisión del idioma dependa cada vez más de los ancianos.
La comunidad también enfrenta desafíos estructurales en el ámbito educativo. Desde el nivel preescolar hasta el medio superior, la enseñanza de la lengua indígena es casi inexistente, esto refleja una falta de compromiso de las autoridades locales para revitalizar este aspecto crucial de su cultura.
El consejo regional maya mam insiste en que el Gobierno federal debe involucrarse de manera urgente, realizando investigaciones y atendiendo las demandas de quienes aún hablan la lengua materna. No se trata solo de salvar un idioma, sino de proteger una identidad que resiste ante el olvido institucional. La comunidad espera que la creación de direcciones de asuntos indígenas sea un primer paso en este sentido.
Ahora, la responsabilidad recae en las nuevas autoridades municipales. Tienen la oportunidad de cambiar el curso de esta historia, al demostrar que la cultura maya mam no es una reliquia del pasado, sino una parte viva y vibrante del presente y del futuro de Chiapas. La decisión de actuar o ignorar marcará el destino de una lengua, una cultura y una comunidad.