Se adelanta a normativas nacionales con su enfoque innovador en infraestructura verde, estableciendo un nuevo estándar
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Tuxtla Gutiérrez está emergiendo como un líder en resiliencia climática, destacándose en el sureste de México y a nivel latinoamericano. El coordinador de Medio Ambiente y Energía del Instituto Ciudadano de Planeación Municipal para el Desarrollo Sustentable (ICIPLAM), Enrique Mojica, resaltó que la capital chiapaneca ha sido pionera en integrar conceptos de infraestructura verde en su reglamento de construcción. Esta iniciativa posiciona a la ciudad como un ejemplo innovador en la adaptación y mitigación del cambio climático.
El avance de Tuxtla Gutiérrez se distingue por adelantarse a las directrices nacionales. Mientras la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) aún no implementa estas normativas, el ICIPLAM ha logrado incorporar buenas prácticas internacionales adaptadas a las condiciones locales. Este enfoque proactivo responde a las necesidades locales y se alinea con las tendencias globales en desarrollo sostenible, sin caer en la simple copia de modelos extranjeros.
La estrategia de Tuxtla Gutiérrez va más allá de la adopción de infraestructura verde; busca transformar el entendimiento del progreso urbano. El ‘Coloquio de Infraestructura Verde’, celebrado en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), fue un espacio clave para promover este cambio. Mojica destacó que la discusión y la implementación de estos conceptos son fundamentales para redefinir el desarrollo urbano en el contexto de la crisis climática.
Este modelo de infraestructura verde en Tuxtla Gutiérrez podría servir como un referente para otras ciudades de la región, al demostrar que es posible combinar sostenibilidad con desarrollo urbano. Al integrar espacios verdes y gestionar los recursos, la ciudad no solo mejora su resiliencia, sino que también establece un estándar de buenas prácticas que otras localidades podrían emular.
El enfoque innovador de Tuxtla Gutiérrez en infraestructura verde muestra cómo una ciudad puede liderar en sostenibilidad y resiliencia climática. Al combinar lecciones globales con un entendimiento profundo de las necesidades locales, la capital chiapaneca se posiciona como un pionero en el progreso contra el cambio climático en Latinoamérica.