Secretaría de Seguridad implementará sanciones severas a choferes que pongan en riesgo la vida
de los pasajeros
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La seguridad vial en Tuxtla Gutiérrez enfrenta un serio desafío, en especial el transporte público.
Según la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, el exceso de velocidad es
responsable de cuatro de cada 10 accidentes en la ciudad. Esta problemática involucra tanto a
automovilistas particulares como a conductores de transporte público, quienes serán sancionados
de infringir el reglamento. La falta de respeto a las normas de tránsito es una constante que pone
en riesgo a decenas de personas a diario.
El uso del celular mientras se conduce es una de las principales causas de distracción en el
transporte público, vinculado a más del 50 por ciento de los accidentes a nivel nacional. En un
escenario donde el conductor no solo se concentra en la velocidad, sino también en contestar
mensajes, la probabilidad de un percance aumenta. Además, estas distracciones son aún más
peligrosas cuando se considera que, en promedio, unas 16 personas viajan en estas unidades.
A esta situación se suma la sobrecarga de pasajeros en las unidades de transporte. Aunque
muchos vehículos están diseñados para un máximo de 16 personas, es común que transporten
hasta 20, exponiendo a más usuarios de lo permitido en caso de un accidente. Esta sobrepoblación
no solo es ilegal, sino que deja a gran parte de los pasajeros sin la cobertura de las pólizas de
seguro.
El consumo de alcohol, por su parte, sigue siendo un factor relevante en los accidentes mortales
de la ciudad, con un 50 por ciento de los casos relacionados con conductores en estado de
ebriedad. Estas conductas aumentan las cifras de accidentes y revelan una falta de control y
supervisión en las rutas de transporte público.
Ante este panorama, se vuelve urgente que tanto autoridades como conductores tomen medidas
concretas. Mejorar las condiciones del transporte público y fomentar una mayor responsabilidad
en el manejo podría marcar la diferencia entre mantener la seguridad de los ciudadanos o seguir
permitiendo que el riesgo sea parte de la vida cotidiana en Tuxtla Gutiérrez.