Reportaron un drástico descenso en sus utilidades, atribuido a la crisis económica y competencia desleal
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
Los floristas del emblemático mercado “20 de noviembre” en Tuxtla Gutiérrez, también conocido como “el mercado de las flores”, se preparaban para recibir una demanda considerable de flores por las celebraciones de San Judas Tadeo y el inminente Día de Muertos. Sin embargo, las ventas no solo han sido bajas, sino que registran un desplome significativo del 60 por ciento en comparación con el año pasado.
Uno de los locatarios con más años en el mercado, expresó su frustración por la caída de ventas. A pesar de haber aumentado su inventario para aprovechar la ocasión religiosa, las flores no se movieron como esperaba. El ambulantaje en las calles del centro capitalino se ha convertido en una competencia que perjudica a quienes están establecidos de manera formal.
Los vendedores de flores enfrentan una difícil competencia con los vendedores ambulantes que, al ofrecer precios más bajos y ubicarse en lugares estratégicos, restan clientes a los mercados formales. La presencia de estos comerciantes informales, sumada al encarecimiento de los productos, parece ahuyentar a los clientes, quienes optan por opciones más accesibles o reducen su consumo de flores, incluso en fechas tan significativas como el Día de Muertos.
El florista señaló que, aunque la crisis económica ha afectado a muchas familias, las ventas informales han alterado el flujo natural del mercado, toda vez que los compradores prefieren la inmediatez de las compras callejeras.
A pesar del panorama adverso, los locatarios mantienen la esperanza de que el Día de Muertos traiga consigo un repunte en las ventas, aunque la preocupación por el clima se suma a sus inquietudes. Las altas temperaturas, propias de la región, aceleran la descomposición de las flores, lo que podría mermar aún más sus expectativas. “Esperamos que el clima nos favorezca, porque si hace mucho calor las flores no duran y eso también ahuyenta a los clientes”, concluyó.