La violencia contra mujeres se agudiza en el estado, no obstante,las representantes locales no han emitido pronunciamientos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El aumento de muertes violentas de mujeres en Chiapas ha dejado en evidencia la ausencia de acciones de las comisiones legislativas encargadas de proteger sus derechos. Pese a los múltiples casos registrados, las titulares de las comisiones de Atención a la Mujer y la Niñez y de Seguimiento a los Feminicidios han permanecido en silencio, desconectadas de una realidad que se recrudece cada mes en el estado.
Historias como la de Lanny, hallada en una cisterna; la de Lupita, asesinada en un barrio; o la de Lucía, quien murió mientras trabajaba, son solo algunos de los casos que han conmocionado a la ciudadanía. Sin embargo, la omisión de las representantes locales parece minimizar estas tragedias y deja a las familias sumidas en el abandono institucional, sin una voz que los respalde en su demanda de justicia.
La falta de pronunciamientos y propuestas de acción lacera la confianza de la sociedad chiapaneca. Cada caso se suma a una lista que las autoridades, prefieren ignorar. La indiferencia de las representantes abona a la desconfianza ciudadana, lo que alimentaun sentimiento de impotencia en las familias afectadas que no encuentran respuesta ni compromiso en sus líderes.
Mientras el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer se acerca, Chiapas se enfrenta a una dolorosa contradicción: los discursos y campañas contrastan con la impunidad sobre las vidas arrebatadas. Las acciones simbólicas resultan vacías frente a una crisis de feminicidios que exige medidas urgentes y efectivas, no gestos superficiales.
Sin una respuesta contundente de las autoridades, el clamor de justicia de las familias continuará en un Congreso que ha fallado en representar sus necesidades. La falta de acción frente a estos feminicidios refleja una profunda desconexión y deja a la sociedad chiapaneca con un llamado desesperado por cambios reales, justicia y seguridad.