Por miedo a represalias, los comerciantes de la región adquieren el combustible a organizaciones
delictivas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
En la región Mezcalapa de Chiapas, la comunidad de comerciantes y residentes en general, emitió
un llamado urgente ante la creciente entrada de gas de origen ilícito originario de Tabasco,
situación que alimenta el temor de la presencia del huachicol y de grupos delictivos en la zona.
Los denunciantes revelaron que esta situación lacera a varios municipios en la región, siendo
Malpaso, Tecpatán, Copainalá, Ocotepec y Coapilla los más afectados por la presencia de grupos
delincuenciales. Estos colectivos obligan a los habitantes a adquirir el gas de forma exclusiva a
través de ellos, mediante pipas que ingresan desde Tabasco.
Los pequeños comerciantes, tortilleros y aquellos con tanques estacionarios, denunciaron que se
ven forzados a comprar gas de estas fuentes ilícitas, prohibiendo el acceso a empresas reguladas.
Este patrón se ha desarrollado en los últimos 30 días, lo que generó un clima de temor que ha
silenciado a la población por miedo a represalias.
Con el objetivo de dar visibilidad a la situación y solicitar la intervención urgente de las
autoridades, la comunidad lanzó un pronunciamiento conjunto. “La inseguridad se acerca cada vez
más y si no se hacen denuncias, no se sabrá qué sucede en este lugar y la población está
indefensa”, expresaron los denunciantes.
Aunque los afectados desconocen la identidad de los responsables, la urgencia de la intervención
gubernamental es evidente. “La gente no puede vivir con tanta zozobra. Somos pequeños
comerciantes que intentamos salir adelante, que pagamos impuestos, que colaboramos con el
Estado; tenemos la necesidad de alzar la voz”, indicaron.
Es prioritaria la atención a este sector de Chiapas, quienes se ven afligidos por las extorsiones que
ejercen las organizaciones criminales, por ello, exigen que se aumente la seguridad en la zona, se
ofrezcan condiciones de paz y se aplique todo el peso de la ley contra aquellos que buscan dañar
la estabilidad social y económica de Mezcalapa.