Fue condenado por el llamado caso “Bygmalion”, sobre financiamiento ilegal de su campaña para
la elección presidencial de 2012
PORTAVOZ/AGENCIAS
La justicia francesa condenó este miércoles en apelación a prisión al expresidente conservador
Nicolas Sarkozy en el llamado caso “Bygmalion”, sobre el financiamiento ilegal de su campaña de
elección presidencial de 2012.
El expresidente de 69 años y con una cargada agenda judicial evitará su encarcelación, ya que el
tribunal abrió la puerta a una alternativa durante los seis meses de obligado cumplimiento de la
pena de un año impuesta.
Sin embargo, su aplicación restará en suspenso a la espera del resultado del recurso ante la Corte
de Casación que su abogado, Vincent Desry, anunció poco después del fallo, ya que su cliente se
considera “completamente inocente”.
En septiembre de 2021, la justicia ya lo había declarado culpable en primera instancia de superar
el límite legal de los gastos de su campaña electoral y le impuso entonces un año de prisión firme.
Pero a diferencia de los otros acusados, el expresidente (2007-2012) no ha sido acusado por el
sistema de facturas falsas en sí, ideado para ocultar la explosión del gasto: casi 43 millones de
euros (46 millones de dólares al cambio actual) frente al límite legal de 22.5 millones (24 millones
de dólares).
La justicia condenó en apelación al resto de acusados –entre miembros de su entonces partido de
derecha UMP o de la empresa Bygmalion– a penas de hasta dos años de prisión, con seis meses
de obligado cumplimiento.
El caso salió a la luz dos años después de la campaña de la elección presidencial de 2012 –que
perdió ante el socialista Francois Hollande– y sacudió a la formación derechista.
En 2025, el exmandatario conservador tiene otro proceso por las sospechas de financiación
ilegalde su campaña electoral de 2007. Además, recurrió su condena a un año de prisión en un
proceso sobre la corrupción de un alto magistrado. Y, en octubre, Sarkozy, pareja de la cantante,
actriz y modelo Carla Bruni, fue imputado en otro caso por una presunta manipulación de testigos.