Actualmente este lugar, situado en el Soconusco, tiene una extensión de 2.5 hectáreas y cuenta
con diferentes especies de plantas
GEORGINA MARTINEZ/PORTAVOZ
El Jardín Etnobiológico se encuentra ubicado en la ranchería La Guardianía en el municipio de
Tuzantán, Chiapas, y fue abierto en 1994 con el único objetivo de salvaguardar las plantas ante el
cambio climático que se está padeciendo, como lo es actualmente la sequía. En este emblemático
lugar podemos encontrar 480 especies de fauna.
En una plática que tuvo Wilber Sánchez Ortiz, técnico académico del Colegio de la Frontera Sur con
el Diario Sur, explicó que en el lugar hay algunas especies de plantas en peligro de extinción, de las
cuales son antiguas y que están relacionadas a grupos Mames que antiguamente eran los mayas, a
parte de que ellos lo nombraban con nombres comunes que hablaban en su lengua, por eso
mismo de ahí deriva el nombre de este lugar etnobiológico.
Comentó que este jardín fue creado por la doctora Anne Damon, quien lo inició con una hectárea
y que con el paso del tiempo fue creciendo hasta 2.5 hectáreas de terreno, en este sitio cada
planta es nombrada por su nombre científico, el uso de cada una, así como la forma de
reproducirla, ya que esto constituye el núcleo central de la horticultura y forma parte del cuidado
con el que se trabaja en este espacio natural. Este es un proyecto federal, que depende del
Colegio de la Frontera Sur, donde tienen identificadas por su nombre científico.
Y recalcó que este sitio puede ser visitado por estudiantes de preescolar hasta posgrados, siempre
y cuando se agende 15 días antes y sean grupos reducidos, para que de esta forma tengan una
mejor atención. El recorrido que se les brinda a los visitantes es totalmente gratuito, aunque
benefician en mucho al proyecto si hacen una donación, dado a que resultan de mucha utilidad
para el propio espacio, por eso mismo puso a disposición el número 9641157595 para cualquier
tipo de información que requieran.
Para el Jardín Botánico la época de sequía es buena para efecto de aprendizaje porque les permite
enseñar ciertas condiciones climáticas a quienes los visitan, pero por lo mismo no es un buen
momento para ver un jardín muy optimo y mucho menos encontrarse con plantas muy verdes,
puesto que no cuentan con un sistema de agua entubada potente o pozo profundo, por lo que no
es tan bonito, aunque ellos están buscando soluciones para que sobrevivan y se adapten al cambio
de clima.
Ante estas circunstancias, el técnico académico concluyó diciendo lo siguiente: “Muchos piensan
que un jardín botánico tiene los suficientes ingresos, pero este solo cuenta con un pequeño
presupuesto anual, aunque hay pasión de quienes aquí laboran por lo que se mantienen dándole
vida con el arduo trabajo que realizan”.