CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Sandra de los Santos es una de las periodistas más relevantes en el escenario chiapaneco y más de
dos décadas en su labor profesional la respaldan. Ella es una digna representante del movimiento
feminista, dado a que, gracias a su ética y objetividad, les brinda por medio de su pluma y su don
para contar historias, voz a todas aquellas mujeres que no la tienen.
¿Qué les toca a los hombres en el 8M o en los contextos de la conmemoración de la fecha? “Ser
conscientes que esta fecha no es de celebración, sino que busca visibilizar que vivimos en una
sociedad con un sistema que históricamente ha beneficiado a los hombres y las mujeres están en
condiciones de desventaja. También, tienen que respetar los espacios separatistas en lo que no se
aceptan hombres: marchas, festivales, conferencias… sigo sin entender por qué fregados van a
eventos donde claramente les dijeron que NO fueran.
Si ven que hay un evento (cualquiera que sea) y tienen dudas si son o no son separatista,
pregunten. Hay eventos, sobre todo los que organizan las instituciones, que no son separatistas,
vayan con un ánimo de escucha, sean respetuosos (¿es mucho pedir?).
Cuestiónense su masculinidad. ¿Qué están haciendo desde donde están para construir una
sociedad igualitaria? ¿Qué patrones de conducta de masculinidades violentas están siguiendo?
Hagan exámenes de consciencias rigurosos y recuerden: esta fecha no es sobre los hombres, es
sobre nosotras”, comentó.
Desde tu posición, ¿cómo impacta el liderazgo femenino en la dinámica y la cultura de los
equipos o entornos laborales? “Las mujeres somos la mitad de la humanidad cuando somos
desplazadas por el sistema patriarcal, que privilegia a los hombres sobre las mujeres en diferentes
espacios, estamos perdiendo también todos los aportes que damos. Puede sonar hasta utilitario el
argumento, pero al desplazar a las mujeres perdemos todas y todos porque se va también nuestra
sapiencia, todo lo que tenemos para la construcción de la sociedad”, indicó.
¿La mentoría ha sido una parte importante de tu desarrollo profesional? ¿Cómo fomentas un
ambiente de apoyo y mentoría para las mujeres en tu entorno laboral? “¡Caray! Nunca me había
visto como mentora de nadie, creo que de hecho es la primera vez que me cuestiono si soy
mentora y creo que no. Me asumo como compañera, una compañera que le gusta trabajar en
redes, que está convencida que el trabajo en equipo, sobre todo de mujeres, es deseable y
necesario. Me gusta compartir mis pasiones y también soy «profe», he ejercido la docencia
durante muchos años y creo que quienes ejercemos la docencia no nos quitamos nunca ese afán
por querer compartir con las otras personas.
Se nos ha inculcado mucho la competencia entre nosotras, y en lo personal y desde mi conciencia
feminista estoy convencida que las mujeres no somos competencia, somos compañeras y aliadas,
y trato de ser congruente con esto en la práctica por eso promuevo los grupos de mujeres de
trabajo”, respondió.
¿Qué mensaje quisieras enviarles a las futuras generaciones de mujeres? “Más que un mensaje
sería una invitación y no solo a futuras generaciones, sino a todas. A todas las mujeres sería
invitarlas al dialogo intergeneracional. Los feminismos (así en plural) son muchos, pero hay tantas
cosas que están mal, que si no nos juntamos el camino se nos va hacer más difícil. Necesitamos
andar juntas algunos tramos aún con nuestras diferencias que son válidas. Hay tantos obstáculos
que si nos detenemos temo que jamás llegaremos ni siquiera a cruzar el primer puente (aunque
me gusta pensar que ya nuestras ancestras lo hicieron).
Queridas, los feminismos son el camino. Merecemos vivir de manera plena. No hay nada malo con
nosotras. Lo malo es el sistema patriarcal. La lucha es nuestra”, finalizó.