Estos trabajos no solo tienen un valor económico, sino también social y cultural
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
Hoy 19 de marzo, se celebra el Día del Artesano y la Artesana en toda la República
Mexicana, una fecha dedicada a honrar el talento y la creatividad de quienes dedican su
vida a la producción de arte popular. En el estado de Chiapas, esta celebración cobra
especial relevancia, dado a que la región es reconocida por su rica tradición en artesanía,
destacando en la elaboración de piezas únicas en cerámica, tejidos y productos de ámbar,
entre otros.
La entidad se erige como uno de las principales productoras de artesanía en México,
siendo su diversidad cultural y la abundancia de materias primas las principales impulsoras
de esta industria. Las comunidades indígenas mayas y zoques son las protagonistas en la
producción de cerámica y tejido, manteniendo vivas las técnicas ancestrales transmitidas
de generación en generación.
El trabajo artesanal no solo tiene un valor económico, sino también social y cultural.
Desde la década de 1980, con el auge del turismo y la formación de asociaciones
artesanales, estas piezas se han convertido en auténticos símbolos de identidad cultural,
especialmente en ciudades como San Cristóbal de Las Casas, donde se comercializan
principalmente por su valor cultural.
La artesanía chiapaneca abarca una amplia gama de productos, desde tejidos de alta
calidad hasta intrincadas piezas de cerámica, todas ellas imbuidas del legado cultural de
las diversas etnias indígenas que habitan en la región. Es común encontrar a hombres
dedicados a oficios como la talla de madera y el trabajo en cuero, mientras que las
mujeres son las principales artífices de los tejidos y la cerámica. Más del 80 por ciento de
los artesanos a pequeña escala son mujeres, quienes encuentran en estas actividades una
forma de preservar sus tradiciones ancestrales.
Aunque los precios de estos trabajos suelen ser más elevados que los productos similares
en otros regiones como Asia, esto se debe al valor cultural y social que representan. Los
compradores, tanto turistas como coleccionistas, buscan adquirir una parte de la rica
tradición artesanal e indígena de México, convirtiendo a San Cristóbal de Las Casas en el
principal mercado de estas obras de arte.
Las calles del pueblo coleto se llenan de vendedores mestizos, pertenecientes a familias
que han establecido su negocio en la ciudad, convirtiendo este mercado en un punto de
encuentro sociopolítico. Algunos artesanos han alcanzado reconocimiento internacional,
participando en exposiciones y ferias en Estados Unidos y Europa, donde sus obras son
valoradas tanto por su calidad artística como por su mensaje político, apoyando
movimientos como el zapatismo y los derechos indígenas.
En 2002, un grupo de artesanos de este municipio fue galardonado con el premio UNESCO
Handcrafts Prize for Latin America and the Caribbean por su colección textil bordada a la
cual titularon “Juegos Blancos”, un reconocimiento a la maestría y creatividad de los
artesanos chiapanecos en el ámbito internacional.
NIÑAS INDÍGENAS ARTESANAS
Desde tiempos inmemoriales, las niñas indígenas de Chiapas aprenden el arte del tejido y
bordado, una práctica arraigada que abarca desde la preparación de la fibra hasta la
elaboración de complejos diseños. Estas habilidades se transmiten de generación en
generación, formando parte integral de la identidad cultural de la región.
Los textiles producidos en Chiapas son principalmente de uso local, abarcando desde
diseños simples para el uso diario hasta elaboradas piezas decorativas. Muchos de estos
productos se elaboran aún con métodos tradicionales, utilizando materiales como lana,
hilos de algodón y tintes naturales. La tela tejida a mano en telares de cintura es una
práctica común, llevada a cabo por mujeres artesanas que combinan esta labor con sus
responsabilidades domésticas.
Los diseños de bordados reflejan una rica fusión de simbolismos ancestrales maya y
cristianos, particularmente en comunidades como Larráinzar, Chenalhó, Chamula,
Zinacantan, Pantelhó y Tenejapa. Estos diseños no solo son estéticamente hermosos, sino
también transmiten información sobre el origen y la identidad de quien los lleva.
Los diseños textiles de la entidad comparten similitudes con los de Guatemala, dado a su
origen común. Los colores vibrantes como el rojo, amarillo, azul y verde, así como los
patrones de flores, mariposas y aves, son característicos de esta región. El crecimiento de
la producción artesanal ha permitido una diversificación en diseños y productos, incluso
incursionando en el uso de fibras sintéticas.
Las prendas tradicionales, como el huipil y el chiapaneca, varían en estilo según la
comunidad indígena, destacando la riqueza y diversidad cultural del estado.
Las comunidades como Magdalenas, Larráinzar, Venustiano Carranza y Zinacatán son
reconocidas por su excepcional habilidad en el bordado y la producción textil.
La fabricación de textiles tradicionales recibe apoyo y promoción de diversas entidades
gubernamentales y no gubernamentales. La Asociación Jolobil es una de las más antiguas
y prestigiosas, especializada en la exportación de textiles chiapanecos. Fundada en 1976,
esta organización trabaja en estrecha colaboración con productores textiles en Laráinzar y
Tenejapa, contando con el respaldo del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías
(FONART).
Otra entidad destacada es J’pas Joloviletic, fundada en 1984 y compuesta por alrededor
de 800 artesanos de 23 comunidades diferentes. Esta organización sirve como
intermediario entre los productores y las ONG, facilitando el acceso al mercado y
promoviendo el desarrollo económico de las comunidades locales.
A pesar de estos esfuerzos, es importante destacar que muchas de estas organizaciones
están dominadas por hombres, lo que ha llevado a la creación de iniciativas exclusivas
para mujeres, reconociendo así su invaluable contribución al arte textil de Chiapas, misma
que no solo representa una expresión de creatividad y habilidad técnica, sino también es
un vínculo tangible con la rica historia y tradiciones de esta región, un legado que continúa
siendo honrado y preservado por las generaciones venideras.
En este Día del Artesano, Chiapas se enorgullece de su legado artesanal, un tesoro cultural
que sigue cautivando al mundo con su belleza y autenticidad.