La entidad sureña reporta uno de los mayores registros en flujo migratorio del país, donde dicha
movilización se da por una búsqueda de mejores oportunidades económicas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En Chiapas, la migración interna y externa sigue siendo un fenómeno de gran relevancia
socioeconómica. Según un informe de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(Sedatu) en 2023, casi la mitad de los migrantes del Sur-Sureste provienen de esta región, lo que
representa un 40.9 por ciento del total.
Dicha migración se ve impulsada por diversos factores, incluyendo la búsqueda de mejores
oportunidades laborales y la reunificación familiar. Los municipios con mayores índices
migratorios, como San Juan Cancuc, Tila y Osumacinta, reflejan una diversidad de causas y
contextos socioeconómicos.
A nivel internacional, Chiapas es testigo de flujos migratorios que provienen desde Centroamérica
y otros que se dirigen a Norteamérica, por consecuencia ocupa el séptimo lugar en población
nacida en otro país. Esta dinámica evidencia la complejidad de la problemática migratoria en la
región, en especial en áreas colindantes con Guatemala y la capital del estado.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indicaron un constante trasiego
poblacional: entre 2015 y 2020, más de 160 mil personas dejaron Chiapas en busca de nuevas
oportunidades, mientras que más de 56 mil se establecieron en la entidad procedentes de otras
partes de México.
Además, la devolución de infantes mexicanos desde Estados Unidos, según la Unidad de Política
Migratoria del Gobierno de México, arroja cifras preocupantes. Hasta el tercer cuatrimestre de
2023, más de dos mil niños chiapanecos fueron devueltos, muchos de ellos en la condición de no
acompañados.
Un aspecto notable es el alto porcentaje de migrantes chiapanecos que hablan lenguas indígenas.
Estos representan el 30 por ciento del flujo migratorio en los últimos 20 años, esta cifra es cinco
veces superior a la media nacional, lo que subraya la riqueza cultural y lingüística de la región.
Estos datos evidencian la diversidad de la migración en la entidad, así como los desafíos que
enfrentan tanto los migrantes como las comunidades receptoras.