Trámites migratorios en México ha dificultado el reclutamiento de jornaleros guatemaltecos, lo
que afecta a cafeticultores chiapanecos
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
Durante décadas, las fincas cafetaleras del Soconusco han confiado en la mano de obra
proveniente de Guatemala para llevar a cabo la crucial tarea de la cosecha. Sin embargo, en los
últimos tiempos, el ingreso de jornaleros guatemaltecos a la zona se ha visto obstaculizado, por las
autoridades migratorias, lo que pone en riesgo la producción de este grano.
De forma anterior, los trabajadores guatemaltecos solían dirigirse a Tapachula y encontrar una
fuente segura de empleo en las fincas de café. Sin embargo, una tendencia cada vez más marcada
muestra que estos jornaleros ahora optan por emigrar hacia los Estados Unidos en busca de
mejores oportunidades, esto deja en abandono las plantaciones cafetaleras del Soconusco.
Este año, la dificultad en el reclutamiento de trabajadores ha alcanzado su punto máximo, debido
a la burocracia que rodea al proceso de ingreso gestionado por el Instituto Nacional de Migración
(INM). El productor de café en la zona alta de Tapachula, Thomas Edelman Blass, ha destacado los
largos tiempos de aprobación o la nula atención a la que se enfrentan los finqueros para contratar
jornaleros guatemaltecos de manera legal.
Las autoridades migratorias imponen una serie de requisitos y trámites que retrasan el proceso de
contratación, lo que, en muchas ocasiones, coincide con el período de maduración del café. Esta
situación desafortunada ha llevado a una merma considerable en la producción, dado que los
jornaleros, una vez contratados, a menudo optan por abandonar su trabajo en busca de
oportunidades más atractivas con otros productores.
Además, la migración hacia Estados Unidos ha presentado otro desafío, puesto que muchos
migrantes no tienen experiencia previa en el trabajo agrícola, lo que los hace inadecuados para la
labor de la cosecha de café.
En resumen, esta crisis migratoria amenaza la producción de café en el Soconusco y afecta no solo
a los finqueros y productores locales, sino también a toda la economía y el sustento de la región.