El grupo activista conocido como Krumme-13 (K13), descrito como una organización de “autoayuda” para “pedosexuales,” ha aplaudido la medida
PORTAVOZ/AGENCIAS
En un movimiento que ha generado una intensa controversia y debate, el Parlamento alemán (Bundestag) ha aprobado una ley que despenaliza la posesión de material de abuso sexual infantil, reduciendo la severidad de las penas asociadas a este delito. La legislación, aprobada el pasado jueves, modifica la clasificación de la posesión de estos materiales, pasándola de delito grave a delito menor, según reportó Reduxx.
La nueva ley estipula que «la posesión y adquisición deben ser castigables con una pena mínima de tres meses de prisión, y la distribución con una pena mínima de seis meses de prisión». Esto representa un cambio significativo respecto a la normativa vigente desde 2021, que había sido impulsada por la entonces ministra de Justicia, Christine Lambrecht, y que imponía una pena mínima de un año de prisión, clasificando la posesión como un delito grave.
Rainer Becker, presidente de la asociación «Ayuda Infantil Alemana – La Representación Permanente de los Niños» (Deutsche Kinderhilfe – Die ständige Kindervertretung), expresó su preocupación de que esta nueva ley podría poner a Alemania en conflicto con una directiva de la Unión Europea que clasifica cualquier material pornográfico infantil como un delito grave. Becker subrayó que «esta despenalización podría ser vista como una violación de las normativas europeas y enviar un mensaje equivocado sobre la gravedad del delito».
Por su parte, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) emitieron una declaración conjunta oponiéndose firmemente a la ley. «La distribución, posesión y adquisición de pornografía infantil deben, en principio, seguir siendo clasificadas como delitos graves,» reza la declaración. «Aunque el aumento de la pena en 2020 haya generado problemas prácticos en ciertos casos, una reducción generalizada de la pena no es la solución adecuada».
La justificación detrás de la reclasificación incluye consideraciones para padres y maestros que puedan encontrar y denunciar este tipo de contenido. «Estos casos han ocurrido con frecuencia entre padres y maestros de adolescentes que han encontrado pornografía infantil y la han pasado a otros padres, maestros o la administración escolar para informar del problema», explica el artículo 1 de la nueva ley. Además, se argumenta que la despenalización es necesaria para abordar adecuadamente y con flexibilidad los casos de delincuentes juveniles, que a menudo actúan por curiosidad o deseo de impresionar, más que por un interés sexual en el contenido.
No obstante, la ley no establece excepciones específicas para estos casos, sino que despenaliza la posesión de pornografía infantil en general, un hecho que ha sido celebrado por grupos pro-pedofilia. El grupo activista conocido como Krumme-13 (K13), descrito como una organización de «autoayuda» para «pedosexuales,» ha aplaudido la medida. Mientras que padres y grupos conservadores han criticado severamente el paso dado por el parlamento alemán.