El contexto en que se llevará a cabo el sufragio, plantea numerosos desafíos para la democracia en el territorio
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
Chiapas, uno de los estados más emblemáticos y ricos en diversidad cultural de México, se prepara para un proceso electoral crucial. El próximo 2 de junio, los habitantes de Chiapas elegirán a su nuevo gobernador o gobernadora, además de 40 diputados estatales y 124 ayuntamientos. Con una población de más de cinco millones 544 mil personas, estas elecciones se desarrollan en un contexto marcado por la violencia, inseguridad y renuncia de cientos de candidatos.
LOS ASPIRANTES A LA GUBERNATURA
Los candidatos que buscan suceder al actual gobernador Rutilio Escandón Cadenas son tres figuras destacadas de diferentes coaliciones y partidos políticos:
1. Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, quien representa a la coalición conformada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
2. Olga Luz Espinosa Morales, de la coalición entre el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
3. Karla Irasema Muñoz Balanzár, candidata de Movimiento Ciudadano (MC).
Durante los debates, cada candidato presentó sus propuestas enfocadas en temas como la seguridad, el desarrollo económico y social, así como la transparencia y combate a la corrupción. Sin embargo, la sombra de la violencia y la inseguridad ha sido una constante que empaña el proceso electoral.
RENUNCIAS MASIVAS POR INSEGURIDAD
Dos semanas antes de las elecciones, el Instituto Electoral de Chiapas expresó una profunda preocupación por la renuncia de 515 candidatos. La mayoría de estos candidatos pertenecían al Partido Verde. Las razones detrás de estas renuncias son variadas: problemas de salud, cambios de residencia y motivos personales, pero 29 candidatos han abandonado la contienda específicamente por motivos de inseguridad.
Casos como el asesinato de Lucero López Maza, quien aspiraba a ser alcaldesa por el Partido Popular Chiapaneco; la emboscada contra Robertony Orozco Aguilar, candidato a alcalde de Villa Corzo por Morena, en la cual tres de sus colaboradores perdieron la vida; y el ataque al vehículo del equipo de Nicolás Noriega, candidato de Mapastepec, que resultó en cinco muertos, han evidenciado la gravedad de la situación.
EL NARCOTRÁFICO EN CHIAPAS
Chiapas ha sido históricamente un estado con una fuerte presencia de grupos del crimen organizado. La situación ha llegado a tal extremo que incluso los migrantes, que tradicionalmente han pasado por el estado en su camino hacia el norte, ahora huyen para evitar ser reclutados por estos grupos.
A finales de septiembre de 2023, diversos videos viralizados mostraron la llegada de un convoy de una importa célula delictiva a San Gregorio Chamic. Este evento fue sorprendentemente celebrado por algunos civiles locales, quienes vieron en la presencia de un grupo del crimen organizado, una posible solución a los bloqueos en caminos cruciales como La Trinitaria-Comitán y Trinitaria-Chamic. Sin embargo, la presencia de estos grupos solo añade más complejidad y riesgo al ya tenso clima electoral.
DESAFÍOS PARA LA DEMOCRACIA
El contexto en el que se llevarán a cabo estas elecciones plantea numerosos desafíos para la democracia en Chiapas. La violencia y la inseguridad no solo afectan la participación de los candidatos, sino también la de los votantes, que podrían sentirse intimidados o desalentados a ejercer su derecho al voto.
Los organismos electorales han redoblado sus esfuerzos para garantizar la seguridad durante la jornada electoral. Sin embargo, la percepción de inseguridad persiste, y la ciudadanía deberá decidir en medio de un ambiente de incertidumbre y temor.
PROPUESTAS DE LOS CANDIDATOS
A pesar de la adversidad, los candidatos a la Gubernatura han continuado con sus campañas, tratando de conectar con los votantes y ofrecer soluciones a los problemas que más les afectan.
Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, de la coalición Morena-PT-PVEM, ha enfocado su campaña en fortalecer la seguridad pública mediante el aumento de la presencia policial y la cooperación con el Gobierno federal para combatir el crimen organizado. Además, ha prometido impulsar programas de desarrollo económico que generen empleo y mejoren la infraestructura del estado.
Olga Luz Espinosa Morales, de la coalición PAN-PRI-PRD, ha subrayado la importancia de la transparencia y la lucha contra la corrupción como ejes centrales de su propuesta. Espinosa Morales ha planteado también la necesidad de reformar el sistema de justicia local y apoyar a las comunidades indígenas mediante proyectos inclusivos y sostenibles.
Karla Irasema Muñoz Balanzár, de Movimiento Ciudadano, ha presentado un enfoque orientado hacia la innovación y la educación. Propone implementar tecnología en la administración pública para hacerla más eficiente y accesible, así como fomentar el emprendimiento y la formación de jóvenes talentos como motores de desarrollo para el estado.
LA VOZ DE LOS CHIAPANECOS
Los ciudadanos de Chiapas se encuentran ante una decisión crucial. Con un contexto tan complejo, la elección de sus representantes se convierte en un acto de valentía y esperanza. Las propuestas de los candidatos ofrecen distintos caminos para abordar los problemas que aquejan al estado, y el voto de cada chiapaneco será determinante para el futuro de su comunidad.
Sin embargo, más allá de las promesas y discursos, el reto principal será restaurar la confianza en las instituciones y garantizar un entorno seguro y justo para todos. La violencia y la inseguridad han dejado cicatrices profundas, pero también han revelado la resiliencia de un pueblo que sigue luchando por un futuro mejor.
Las elecciones del 2 de junio en Chiapas no solo definirán quién será el próximo gobernador o gobernadora, sino también la dirección que tomará el estado en los próximos años. Enfrentar la violencia, fortalecer la democracia y promover el desarrollo son tareas fundamentales que requieren la participación activa y consciente de todos los ciudadanos.
Mientras los candidatos continúan sus campañas y los organismos electorales preparan la jornada, la esperanza y el temor se entrelazan en el corazón de Chiapas. La elección será un reflejo de la voluntad del pueblo y una prueba de la capacidad del estado para superar los desafíos más difíciles en busca de un futuro más seguro y próspero.
En Chiapas, uno de los estados más ricos en biodiversidad y cultura de México, la realidad se tiñe de violencia y tragedia. Las redes del crimen organizado y las catástrofes ambientales configuran un panorama complejo y alarmante. Según estudios recientes de AC Consultores, el crimen organizado tiene presencia en al menos 39 de los 124 municipios de la entidad, subrayando la profundización de la inseguridad en la región.
EL PODER DEL CRIMEN ORGANIZADO EN CHIAPAS
Documentos filtrados de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), consultados por Contralínea, revelan la presencia de grupos criminales provenientes de Guatemala y El Salvador, como Los Huistas y la Mara Salvatrucha (MS-13), respectivamente. Estas organizaciones transnacionales complican aún más la lucha contra la delincuencia en Chiapas, trayendo consigo una violencia que trasciende fronteras.
Grupos criminales han consolidado su presencia en la región bajo el liderazgo de figuras como Julio César Moreno Pinzón, alias ‘El Tarjetas’, y Vladimir López Orantes, conocido como ‘El Ruso’, ‘El Inge’ o ‘El Lentudo’. Estos individuos han sido señalados como cabezas visibles de las operaciones delictivas en Chiapas, extendiendo su influencia a través de actos de violencia y tráfico de drogas.
En enero de 2024, surgió un tercer grupo, esta nueva organización no solo se enfrenta a los sicarios de sus rivales, sino que también denuncia una red de corrupción dentro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC). Las acusaciones de corrupción dentro de la SSyPC complican aún más los esfuerzos para combatir el crimen organizado, sugiriendo una infiltración de las fuerzas del orden por parte de estas organizaciones delictivas.
La situación en Chiapas es un reflejo de los retos multifacéticos que enfrenta México. La presencia omnipresente del crimen organizado y la crisis ambiental exigen respuestas integrales y urgentes. Mientras el Gobierno y las fuerzas de seguridad trabajan para desmantelar las redes delictivas, también es crucial abordar las causas subyacentes de la violencia y la corrupción. Paralelamente, se deben implementar medidas efectivas para mitigar el impacto del cambio climático y proteger a las especies en peligro.
La combinación de la violencia del crimen organizado y la crisis ambiental plantea desafíos significativos para Chiapas. Sin embargo, con una estrategia coordinada y un enfoque en la sostenibilidad y la justicia, es posible enfrentar estos problemas y trabajar hacia un futuro más seguro y equitativo para todos los habitantes del estado.