Aseguran que hay desigualdad en la compra y apoyos para comercializar su producto
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Artesanos de Simojovel llegaron a la capital chiapaneca para manifestar su indignación y denunciar presuntas injusticias.
Más de 250 artesanos de Simojovel se encuentran inconformes por irregularidades en expo ferias de Ámbar, que se realizan año con año, así como maltrato y desigualdad por parte de María de Lourdes Ruíz Pastrana, directora del Instituto de la Casa de las Artesanías de Chiapas.
Los artesanos han expresado su inconformidad respecto al trato recibido en la Expo Ámbar de San Cristóbal y Ciudad de México. Según Velasco Penagos, los artesanos han sido desplazados y marginados en beneficio de comercializadores, lo cual ha afectado gravemente sus ingresos y oportunidades.
Refieren que fueron removidos del Centro de Convenciones de San Cristóbal debido a que los comerciantes locales se quejaron de que les quitaban ventas. Posteriormente, fueron trasladados a la Ciudad de México, donde además se redujeron las fechas de la Expo, lo que limitó aún más sus posibilidades de venta.
Esta situación ha resultado en que se les relegue a los peores espacios de la Expo, en las orillas, mientras que los mejores lugares son asignados a los comercializadores.
“Nos sentimos despreciados y castigados injustamente,” declaró Velasco Penagos.
“Los comercializadores reciben prioridad, dejando a los verdaderos artesanos sin oportunidad de destacar”, acusó.
Otra artesana con más de 20 años de experiencia, también expresó su frustración: “Queremos que se respete la Expo Ámbar y que se nos dé el espacio y tiempo necesario para vender nuestros productos. Cinco días no son suficientes para mantener a nuestras familias”.
Afirman que, a pesar de su arduo trabajo y dedicación en la producción de ámbar, los premios y mejores espacios suelen ser otorgados a personas que ni siquiera son artesanas. Esto ha generado desánimo y descontento entre los participantes legítimos.
La problemática se ha intensificado en los últimos dos años, donde el sistema de asignación de espacios, que antes era democrático, ha cambiado a un modelo en el que los organizadores escogen los mejores lugares, relegando a los artesanos a las peores ubicaciones.
“Nosotros trabajamos la materia prima con nuestras propias manos”, enfatizó Gutiérrez Ovando. “No es justo que los comercializadores, que solo compran el ámbar, nos desplacen y acaparen los beneficios”, señaló.
Por lo tanto, han solicitado la intervención de autoridades estatales, esperando que se atienda su petición de que la Expo Ámbar se dedique exclusivamente a los artesanos de Simojovel. Son aproximadamente 300 artesanos que, con esfuerzo y dedicación, continúan luchando por su reconocimiento y derecho a participar en igualdad de condiciones.
“Exigimos que se respeten nuestros derechos y se nos dé el espacio que merecemos en la Expo Ámbar. Queremos que nuestras voces sean escuchadas y que se tomen medidas para evitar estos atropellos que afectan nuestras vidas y economías familiares”, concluyó Velasco.