Tuxtla Gutiérrez, Frontera Comalapa, Comitán y Palenque también registran altos números de
personas sin localizar
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En los últimos meses, Tapachula se ha convertido en el epicentro del alarmante incremento en el
número de personas desaparecidas en el estado de Chiapas, según los datos más recientes de la
Red Lupa hasta mayo de 2024. El aumento de casos de 132 a 166 en tan solo un mes resalta una
crisis que exige una respuesta inmediata y coordinada de las autoridades y organizaciones de
derechos humanos.
Este fenómeno no se limita a Tapachula. Municipios como Tuxtla Gutiérrez, Frontera Comalapa,
Comitán y Palenque también enfrentan un alto número de desapariciones. La situación en Chiapas
es crítica, con un total de mil 119 personas desaparecidas hasta mayo de 2024. La gran mayoría,
son hombres, pero la desaparición de mujeres, en especial niñas y adolescentes, es preocupante.
De enero a mayo de 2024, se han reportado 32 desapariciones de niñas, esto representa casi el 60
por ciento del total de mujeres desaparecidas. Dicho dato subraya la necesidad urgente de
implementar políticas específicas de protección y seguridad para las menores en Chiapas. La
vulnerabilidad de este grupo requiere acciones inmediatas y efectivas por parte de las
autoridades.
También se han registrado 281 desapariciones de menores de 18 años. Las causas son variadas y
no siempre claras, lo que complica los esfuerzos de prevención y búsqueda. Además, el
movimiento en los municipios con mayores números de desaparecidos, como Palenque, que ha
pasado al quinto puesto, sugiere que la movilidad de los grupos delictivos cambia de manera
constante.
Es crucial implementar programas de prevención que mitiguen y reviertan los casos de
desapariciones en la entidad, desde la violencia doméstica hasta el crimen organizado. La
coordinación entre los diferentes órdenes de Gobierno y la sociedad civil es esencial para
enfrentar este desafío de manera efectiva y garantizar la seguridad de todos los habitantes del
estado. La situación actual es un llamado a la acción urgente para proteger a los más vulnerables y
restaurar la tranquilidad en las comunidades chiapanecas.