Autoridades enfrentan el desafío de equilibrar la seguridad fronteriza con respeto hacia
los derechos humanos
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
Este domingo, una nueva caravana de migrantes comenzó su travesía desde el municipio
de Suchiate, Chiapas, un punto crucial en la frontera sur de México. La caravana,
compuesta por aproximadamente dos mil personas, incluye migrantes de diversas
nacionalidades como Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Cuba,
Ecuador, Colombia, entre otras. Su objetivo es avanzar hacia los Estados Unidos, dejando
atrás las difíciles condiciones que enfrentan en sus países de origen.
A pesar de que la convocatoria inicial para la caravana se había anunciado a través de
redes sociales, indicando que el punto de partida sería el poblado guatemalteco de Tecún
Umán, el grupo se concentró finalmente en el parque de Suchiate, ya en territorio
mexicano. Desde ahí, emprendieron su ruta por la carretera internacional en dirección a
Tapachula, la cual planean utilizar como primera escala en su recorrido.
La caravana ha transitado sin inconvenientes por al menos dos puntos de inspección
habilitados en la carretera por el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia
Nacional. Aunque se esperaba una posible intervención por parte de las autoridades, los
migrantes lograron continuar su viaje sin que se intentara detenerlos en estos puntos de
control.
De acuerdo con testimonios de los propios migrantes, tenían la intención de llegar a
Tapachula durante la noche del domingo. Confían en que, al llegar a la ciudad, se les
unirán más migrantes que se encuentran varados en la frontera sur de México. El objetivo
es continuar el trayecto en grupo hacia el centro y norte de México, incrementando así
sus posibilidades de avanzar en su búsqueda de mejores condiciones de vida.
Esta nueva caravana se suma a las múltiples movilizaciones de migrantes que han partido
en los últimos meses desde Centroamérica y otros países latinoamericanos, enfrentando
grandes desafíos y riesgos en su búsqueda de asilo y oportunidades en el norte del
continente. La situación en la frontera sur de México sigue siendo un punto crítico en la
gestión de la migración en la región, y las autoridades enfrentan el desafío de equilibrar la
seguridad fronteriza con el respeto a los derechos humanos de los migrantes.