Ocho agencias participaron en esta iniciativa a través de tres memorandos para el entendimiento
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
En un esfuerzo significativo por mejorar las condiciones para los migrantes en Chiapas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha destinado más de 10 millones de dólares para el financiamiento de infraestructuras clave en la región. Esta inversión se distribuye en dos Centros de Multiservicios de Inclusión y Desarrollo (CMID) y un albergue para migrantes, en respuesta a la creciente necesidad de apoyo humanitario en el estado sureño de México.
Arturo Rocha Hernández, director general de Movilidad Humana y Desarrollo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), detalló que ocho agencias de la ONU participaron en esta iniciativa a través de tres memorandos de entendimiento. Esta colaboración refleja un compromiso renovado con la gestión integral de la migración y el bienestar de las personas desplazadas.
Los fondos de la ONU se han canalizado de la siguiente manera: la Oficina de las Naciones Unidas para los Servicios de Protección (Unops) ha construido dos CMID en Tapachula y Huixtla, con una inversión de 9.3 millones de dólares. Estos centros ofrecerán servicios esenciales como atención médica, educación, oportunidades de empleo y un enfoque de género transversal. La inversión en estos centros busca no solo proporcionar ayuda inmediata, sino también promover la inclusión y el desarrollo a largo plazo de los migrantes.
La Organización Internacional de la Migración (OIM), por su parte, ha transformado el albergue del DIF en Huixtla con una financiación de 1.3 millones de dólares. Este albergue ahora cuenta con una estrategia para facilitar la contratación formal de migrantes no refugiados, contribuyendo a su integración económica y social.
Rocha Hernández subrayó que la estrategia de México en materia migratoria se basa en el Modelo Mexicano de Movilidad Humana, que se fundamenta en cuatro pilares clave. El primero se centra en la protección y atención de los mexicanos en el extranjero. El segundo aborda la cooperación para enfrentar las causas estructurales y los factores políticos y económicos que impulsan la migración. El tercer pilar se enfoca en las vías de movilidad laboral, y el cuarto se dedica a la gestión humanitaria de los flujos migratorios irregulares.
El director general también destacó que esta semana se publicó un libro que detalla la tesis mexicana sobre movilidad humana, proporcionando una visión más profunda de la política migratoria del país.
Además, Rocha Hernández anunció la firma de tres instrumentos de cooperación entre la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Oficina de la ONU en México. Estos acuerdos incluyen un acuerdo específico de asistencia técnica para implementar el proyecto CMID en el Soconusco de Chiapas, así como dos memorandos de entendimiento. El primero de estos memorandos se establece entre la SRE, el DIF y la OIM, y el segundo entre el Gobierno de México y la entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres.
El funcionario concluyó afirmando que estos avances son el resultado de un esfuerzo conjunto y arduo, destacando que México ha logrado reducir en un 66 por ciento los flujos migratorios irregulares desde 2023. Este éxito es en parte atribuible al trabajo destacado de la Dirección General de Movilidad Humana y subraya el compromiso continuo del país con la gestión efectiva y humanitaria de la migración.
Durante el primer cuatrimestre de 2024, las autoridades mexicanas reportaron una cifra alarmante de 155 mil 879 “eventos de personas en situación migratoria irregular” en el estado de Chiapas, lo que representa un incremento de casi el 214 por ciento respecto a los 49 mil 681 eventos reportados en el mismo periodo del año anterior. Esta información proviene de datos consultados en la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob).
El fenómeno se concentra principalmente en Tapachula, la mayor urbe fronteriza de México con Guatemala. En esta ciudad, las autoridades interceptaron a 56 mil 801 migrantes irregulares entre enero y abril de 2024, marcando un incremento interanual del 208 por ciento en comparación con los 18 mil 440 migrantes interceptados durante los primeros cuatro meses de 2023.
Este incremento en las cifras de migración irregular en Chiapas se enmarca en un contexto más amplio de creciente migración a nivel nacional. Según el Instituto Nacional de Migración (INM), la migración irregular interceptada en todo México subió cerca del 650 por ciento en comparación con el año anterior, alcanzando un récord de casi 1.4 millones de eventos entre enero y mayo de 2024. Este aumento es particularmente notable en contraste con la reciente disminución reportada por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS), que informó una caída de más del 40 por ciento en los arrestos de migrantes en su frontera sur desde la firma de una orden ejecutiva por parte del presidente Joe Biden el 5 de junio. Esta medida busca restringir el asilo y agilizar las deportaciones.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, comentó el lunes pasado que las detenciones diarias de migrantes en la frontera norteamericana han disminuido un 68.15 por ciento, reduciéndose a tres mil 980 desde el punto más álgido de 12 mil 498 detenciones reportadas el 17 de diciembre. Este descenso ha sido atribuido a la cooperación del Gobierno de México con las autoridades estadounidenses.
Sin embargo, en el terreno, la situación sigue siendo crítica. América Pérez, coordinadora del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) en Tapachula, destacó que el flujo migratorio se mantiene en niveles altos, con entre dos mil y tres mil migrantes llegando a diario. Pérez enfatizó que la situación continúa siendo muy compleja para los migrantes debido a las dificultades para acceder a derechos y servicios que les permitan avanzar y llegar a sus destinos finales. “El acceso a derechos, servicios para que las personas puedan avanzar y llegar a los lugares de destino suele ser complicado. Por eso, hay varias organizaciones e instituciones que brindan apoyo para el alcance de estos derechos, aunque se vuelve complejo debido al gran flujo de personas en Tapachula”, apuntó.
La coordinadora también señaló que, a pesar de las nuevas restricciones impuestas por Estados Unidos, los migrantes continúan su trayecto en condiciones precarias. Las adversas condiciones climáticas, la falta de alimentación y la proliferación de enfermedades agravan la situación.
Manuel Nucamendi, Coordinador de la Oficina de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Tapachula, subrayó que la ciudad sigue siendo una puerta de entrada crucial para México. “En Tapachula, la oficina de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) continúa siendo la que más solicitudes de asilo registra a nivel nacional. Es una tendencia que puede validarse en cuanto a los números”, indicó Nucamendi.
El panorama actual refleja un incremento alarmante en el flujo de migrantes hacia Chiapas y México en general. Aunque las políticas migratorias en Estados Unidos buscan reducir los flujos migratorios, el aumento en la región sur de México pone de relieve la necesidad de una respuesta integral y coordinada que aborde tanto las necesidades inmediatas de los migrantes como las causas subyacentes de la migración irregular. Las autoridades y organizaciones internacionales continúan trabajando para ofrecer asistencia en medio de esta crisis migratoria sin precedentes.
La migración en Chiapas ha alcanzado niveles sin precedentes en 2024, reflejando un fenómeno que continúa creciendo año tras año. Según datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), hasta julio de este año han ingresado al estado 229 mil 379 migrantes de diversas nacionalidades, superando las cifras de los dos años anteriores. La mayor parte de estos migrantes proviene de Centroamérica, Sudamérica, África y varias islas, buscando mejores oportunidades o huyendo de condiciones adversas en sus países de origen.
El aumento en el flujo migratorio ha sido evidente, con un incremento del 24 por ciento respecto a 2023 y un asombroso 80 por ciento en comparación con 2022. En 2023, Chiapas ya había registrado una cifra notable de 229 mil 379 personas, lo que representó un incremento de más del 50 por ciento respecto al año anterior, cuando 152 mil 448 migrantes habían cruzado la frontera sur del país. Esta tendencia al alza, sin embargo, no anticipaba el dramático repunte que se ha vivido en 2024.
El fenómeno migratorio en Chiapas es el resultado de múltiples factores. La pobreza extrema, la violencia de pandillas, los conflictos políticos y el cambio climático son algunas de las principales razones por las que miles de personas están abandonando sus hogares. Países como Honduras, El Salvador, Venezuela y Haití han sido particularmente afectados, provocando que muchas personas busquen refugio en México o traten de llegar a Estados Unidos.
Irineo Mujica, director de Pueblo Sin Fronteras, advirtió que la situación en Chiapas podría empeorar en los próximos meses debido a la implementación de la CBP One, una herramienta digital que facilitará la gestión migratoria en Tapachula. “Esta medida va a incentivar la migración y llegarán muchas más personas que están varadas en el Darién”, afirmó Mujica, en referencia al tapón del Darién, una de las rutas más peligrosas en el continente para migrantes. Además, advirtió que “con la Forma Migratoria Múltiple y los traslados hacia la puerta de entrada, el flujo de personas será mucho mayor en los últimos meses del año.”
El incremento en la llegada de migrantes está ejerciendo una fuerte presión sobre los recursos y servicios en el estado. Las principales ciudades fronterizas, como Tapachula y Suchiate, se han visto desbordadas, con refugios llenos, saturación en las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) y una creciente demanda de servicios básicos, como atención médica y vivienda temporal. A nivel social, se ha reportado un incremento en la tensión entre migrantes y las comunidades locales, principalmente debido a la competencia por empleo y los limitados recursos disponibles.
En términos económicos, aunque la migración ha representado una fuente de empleo temporal para algunos habitantes de la región, también ha complicado el acceso a ciertos subsidios y apoyos gubernamentales para las comunidades locales. Esto ha generado críticas hacia las políticas migratorias actuales y la respuesta del Gobierno tanto estatal como federal.
EL RETO DE GESTIONAR LA CRISIS MIGRATORIA
La gestión de esta crisis migratoria representa un reto complejo para las autoridades locales y nacionales. La necesidad de una respuesta coordinada y efectiva es evidente, para garantizar no solo la seguridad y el bienestar de los migrantes, sino también la estabilidad de las comunidades receptoras. Las soluciones deberán abordar tanto las causas profundas de la migración como las necesidades inmediatas de quienes llegan a Chiapas en busca de un futuro mejor.
En conclusión, la migración en el estado durante 2024 ha alcanzado niveles sin precedentes, impulsada por una combinación de factores socioeconómicos y políticos en los países de origen de los migrantes. La entidad enfrenta una crisis que exige una atención urgente y soluciones integrales para manejar los impactos económicos, sociales y logísticos que ha traído consigo este aumento sin precedentes en el flujo migratorio.