El crecimiento urbano desmedido ha resultado en la pérdida de áreas verdes
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
San Cristóbal de Las Casas está perdiendo una de sus joyas naturales más valiosas: los bosques de encino. En los últimos 24 años, más del 62 por ciento de estos bosques han desaparecido, al dejar apenas mil 721 hectáreas de las cuatro mil 593 que cubrían el territorio al inicio del milenio. Esta devastación no es solo un número; representa una transformación preocupante del paisaje y la biodiversidad de la región.
El avance de la urbanización y la expansión agrícola han sido los principales responsables de esta pérdida. Mientras las áreas urbanas han crecido un 20 por ciento y los pastizales más de un 400 por ciento, los bosques de encino han sido desplazados. Lo que parece un desarrollo inevitable es, en realidad, un proceso que pone en riesgo la estabilidad ambiental y cultural de la ciudad. Los encinos no solo son parte del paisaje, sino que forman parte del equilibrio ecológico de la región.
El impacto de esta deforestación va más allá de la pérdida de árboles. Se traduce en un deterioro del suelo, una reducción en la captura de carbono y una amenaza para las especies que dependen de este tipo de hábitat. Cada hectárea de encino perdida representa un paso más hacia un futuro incierto para la biodiversidad local, un golpe silencioso al equilibrio natural de la zona.
Las propuestas de reforestación y protección actuales parecen insuficientes para detener esta tendencia. Si no se adoptan medidas más contundentes, como una regulación estricta del uso del suelo y políticas efectivas para la conservación, los bosques de encino seguirán desapareciendo a un ritmo alarmante.
San Cristóbal de Las Casas se enfrenta a una decisión crucial: continuar con un crecimiento urbano sin control o apostar por una conservación real de sus bosques de encino. El desafío es grande, pero el tiempo para actuar se agota. La protección de estos bosques no solo es un deber ambiental, sino una necesidad para garantizar un futuro sostenible para la ciudad.
