Los habitantes exigen acción inmediata para retirar estos especímenes que representan un
peligro creciente
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
El aumento de las lluvias en Tonalá ha traído consigo una amenaza inesperada para los habitantes
que viven cerca del Riito que atraviesa el centro de la ciudad: cocodrilos. Estos reptiles,
arrastrados por las corrientes, han encontrado refugio entre las cuevas, montes y piedras del área,
lo que ha generado preocupación entre las familias locales. El representante de los vecinos,
Roberto Ruiz de la Rosa, señaló que la presencia de estos animales ha puesto en peligro tanto a las
personas como a sus animales, en especial durante las noches.
Los cocodrilos, estimados en al menos 40, se han adaptado al entorno del río, y algunos han
llegado incluso a los patios de las viviendas. Los vecinos han reportado que estos reptiles han
devorado sus aves domésticas, lo que ha incrementado el nivel de alerta en la comunidad. El
temor no es solo por las pérdidas de animales, sino por el riesgo que representan estos
depredadores para los habitantes, especialmente para los niños y las personas que transitan cerca
del río.
A pesar del creciente peligro, las autoridades no han tomado medidas inmediatas para capturar y
reubicar a los cocodrilos, lo que ha dejado a la comunidad en un estado de constante
preocupación. Las familias afectadas han solicitado con urgencia la intervención de las autoridades
para remover a los reptiles y trasladarlos a un lugar donde no representen una amenaza para la
vida cotidiana.
El problema no solo reside en la presencia de los cocodrilos, sino en el hecho de que este
fenómeno puede repetirse con la continuidad de las lluvias, lo que agravaría el temor entre los
vecinos. Nadie quiere vivir a la orilla del río sabiendo que estos animales están cerca, lo que ha
generado un sentimiento generalizado de vulnerabilidad en la zona.
Hasta el momento, los habitantes han tomado precauciones por su cuenta, al evitar acercarse al
río y protegiendo sus patios con barreras improvisadas, pero la solución definitiva recae en las
autoridades, que deben actuar antes de que ocurra una tragedia.