Los artefactos antiviolencia contarán 100 funciones para alertar y responder ante situaciones de peligro
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El compromiso del gobernador electo de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, de combatir la violencia de género y el feminicidio en la entidad marca una nueva dirección en la lucha contra esta problemática. Su reciente propuesta de distribuir dispositivos de emergencia para mujeres podría ser un punto de inflexión en la estrategia estatal. Este anuncio se hizo durante la presentación de algunos de los miembros clave de su gabinete.
Ramírez Aguilar subrayó que el programa priorizará los municipios con mayores tasas de feminicidio, como Tapachula, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y Palenque, que han sido epicentros de violencia de género. La selección de estas localidades refleja un intento por atacar de raíz el problema, sin embargo, queda por ver si la simple distribución de tecnología podrá confrontar las causas más profundas del feminicidio en una región marcada por la impunidad y la falta de acceso a justicia.
El reloj de emergencia, descrito por el mandatario electo como un dispositivo con más de 100 características, representa una apuesta tecnológica sin precedentes en el estado. Pero su éxito dependerá no solo de la funcionalidad del dispositivo, sino también de la capacidad de las autoridades para responder de manera eficaz a las llamadas de auxilio.
Durante su intervención, Ramírez Aguilar se mostró cauteloso al hablar de su estrategia de seguridad, insistiendo en la necesidad de tratar el tema con prudencia. Esto deja a la expectativa cómo abordará otros temas críticos como el desplazamiento forzado, un fenómeno ligado a la violencia estructural en la región. Aunque el gobernador electo promete enfrentar estos problemas de frente, los desafíos que hereda son complejos.
Con el 8 de diciembre como fecha de inicio de su mandato, la expectativa crece entre los chiapanecos que esperan un cambio tangible en las políticas de seguridad y género. Ramírez Aguilar ha dejado claro su intención de enfrentar los problemas con determinación, pero el éxito de su gestión dependerá de si estas iniciativas logran trascender el discurso y convertirse en acciones concretas.