Votarán el 27 de octubre en elecciones generales, y, aunque dicho contexto es de estabilidad, hay importantes desafíos
PORTAVOZ/AGENCIAS
Uruguay se encamina a unas inciertas elecciones generales, en las que deberá elegir entre la continuidad o un regreso a la centroizquierda del Frente Amplio, con la espada de Damocles de un plebiscito sobre la seguridad social que pende sobre quienquiera que gane las próximas elecciones del 27 de octubre.
El exintendente (exalcalde) del departamento de Canelones, Yamandú Orsi, del centroizquierdista Frente Amplio, intenta desafiar al oficialismo de la coalición centroderechista que lidera Luis Lacalle Pou, que postula al candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado, y al del Partido Colorado, Andrés Ojeda, entre otros.
Según las últimas encuestas, Orsi es el amplio favorito para ganar la primera vuelta, con una intención de voto entre el 42 por ciento y 44 por ciento, dependiendo de la encuestadora. Pero eso no le alcanzaría para llegar al 50 por ciento y evitar el balotaje, en el que se tendría que enfrentar, a fines de noviembre, a Álvaro Delgado o a Andrés Ojeda. Delgado, exsecretario de Presidencia y delfín del presidente Luis Lacalle Pou, y tiene entre el 21 por ciento y el y 27 por ciento de las intenciones de voto.
Andrés Ojeda es un abogado de 40 años del tradicional Partido Colorado, recién llegado a la política, y quien llevó adelante una fuerte campaña de propaganda en medios masivos y redes sociales, con videos en tono humorístico dirigidos a los más jóvenes, que causaron un fuerte impacto. Su intención de voto ronda entre el 12 por ciento y el 15 por ciento previsto por las encuestas, pero él asegura que podría arrebatarle el segundo lugar a Delgado.
Los indecisos conforman alrededor del 10 por ciento a 12 por ciento del electorado, y son precisamente ellos los que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado.
Estos, los tres candidatos más populares, presentan visiones diversas sobre temas económicos y sociales, pero han coincidido en un asunto clave: estar en contra de un plebiscito sobre la seguridad social al que convocó la central sindical uruguaya, Pit-CNT -que reunió más de 276 mil firmas para convocarlo- y que pretende adelantar la edad de retiro, fijar una pasividad mínima y retirar de la ecuación a las AFAPs, los fondos de retiro privados. Pese a ello, hay sectores del Frente Amplio (como el Partido Socialista y el Partido Comunista) que sí respaldan la consulta, con una aprobación que va entre el 42 por cientoy 51 por ciento, según los sondeos. La mayor parte de los economistas y del sistema político han advertido que esa reforma constitucional es fiscalmente inaplicable, e implicaría consecuencias en materia económica.
LO QUE ESTÁ EN JUEGO
Más allá de la reforma del sistema de pensiones, que se dirimirá en las urnas, en estas elecciones “no está en juego nada dramático”, explica en entrevista con DW Adolfo Garcé, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de la República (Udelar). “No hay una cruz en el camino, en el sentido de que estemos hablando de dos rumbos contradictorios”, agrega su colega Daniel Buquet, doctor en Ciencia Política por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
“Está en juego si el país va a seguir profundizando levemente el giro hacia el mercado, hacia la empresa, iniciado por este Gobierno, o si va a volver a recorrer el camino hacia el fortalecimiento del Estado, del papel del Estado en la economía, de la protección social, del welfare state” con la izquierda, detalló Garcé. “Lo que está en juego, en realidad, es qué elenco nos va a gobernar, no tanto qué set de políticas publicas. Porque en esta elección hay mucha más convergencia en las plataformas electorales que diferencias”.