Teme por violencia que pueda surgir en nombre de la religión y enfatizó la importancia en el
derecho a libre expresión
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La reciente cobertura de una manifestación de la comunidad LGBT+ por parte de la reportera Lucía
Trejo ha desencadenado un conflicto que resalta las tensiones entre la libertad de prensa y la
intolerancia religiosa. Tras su trabajo periodístico, Trejo denunció haber recibido amenazas de la
pastora Jessica “N”, lo que pone de manifiesto no solo la vulnerabilidad de los periodistas, sino
también la creciente violencia en torno a las opiniones divergentes en temas de derechos
humanos.
Las amenazas se manifestaron a través de mensajes directos en WhatsApp, donde la pastora
utilizó referencias bíblicas para advertir a Trejo sobre las repercusiones de su cobertura. Esta
situación evidencia cómo algunos líderes religiosos pueden utilizar su influencia para intimidar a
aquellos que desafían sus creencias o prácticas.
Lucía Trejo expresó su preocupación por el impacto emocional de tales amenazas. La reportera no
solo se enfrenta a un riesgo físico, sino que también experimenta una constante desestabilización
emocional. Detalló su temor en que la fe se convierta en justificación para actos de violencia. Este
contexto reflejó una problemática más amplia en la que los derechos humanos y la libertad de
expresión están bajo asedio.
Frente a esta situación, Trejo decidió llevar su denuncia a la Dirección para la Protección de
Periodistas, donde se le asignó un registro de atención. Este paso es fundamental no solo para su
propia seguridad, sino también para establecer un precedente en la lucha contra la impunidad en
casos de agresiones hacia comunicadores.
El caso de Lucía Trejo resalta la urgencia de proteger la libertad de prensa y la expresión en un
contexto donde la intolerancia puede traducirse en amenazas concretas. La denuncia de Trejo es
un llamado a la acción, no solo para las autoridades, sino para la sociedad en su conjunto, a fin de
que se garantice un espacio seguro para el debate y la diversidad de opiniones, en especial en
temas que afectan a grupos históricamente marginados.