Mientras tanto, el luto y la indignación se extienden en una sociedad que clama por medidas urgentes para proteger a las niñas
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
En medio de la tristeza y el dolor, el municipio de Berriozábal, Chiapas, se despidió de Liliana, una niña de 12 años cuyo asesinato ha causado indignación en la región. El cuerpo de Liliana fue encontrado tras cuatro días de intensa búsqueda en Tuxtla Gutiérrez, donde había desaparecido el pasado 19 de octubre. El hallazgo de su cuerpo con signos de violencia en el patio trasero de una vivienda en el Barrio Colón ha despertado un reclamo generalizado de justicia y seguridad para las niñas y mujeres en Chiapas.
Liliana, originaria de Berriozábal, ayudaba a su familia vendiendo dulces en el centro de Tuxtla Gutiérrez. El día de su desaparición, varios vecinos la vieron por última vez en una vivienda del Barrio Colón, donde aparentemente fue atendida por un hombre desconocido. La falta de noticias de la niña movilizó a su familia, quienes interpusieron la denuncia ante las autoridades y comenzaron su propia búsqueda, pegando carteles con su fotografía en los alrededores del centro de la ciudad.
Durante los días que siguieron, la familia de Liliana no cesó en su búsqueda, recorriendo las calles y solicitando apoyo de la comunidad para dar con su paradero. Finalmente, el 23 de octubre, el cuerpo de la menor fue encontrado semienterrado en el patio trasero de una vivienda, en la misma zona donde fue vista por última vez. Liliana presentaba una herida cortante en el cuello, su cuerpo estaba desnudo y el pie sobresalía de la tierra, lo que facilitó su localización.
Tras el hallazgo, la Fiscalía General del Estado (FGE) inició las investigaciones para esclarecer el crimen. Peritos de la Fiscalía Contra la Desaparición Forzada de Personas realizaron cateos en varias viviendas de la zona y finalmente dieron con el lugar donde se encontraba el cuerpo. Según los reportes forenses, Liliana había sido asesinada con un arma blanca. La Fiscalía ha señalado como principal sospechoso a un hombre de 45 años, de 1.70 metros de estatura, que se encuentra prófugo y cuyo paradero es desconocido hasta el momento.
Las autoridades han solicitado la colaboración de la ciudadanía para obtener información que conduzca a su captura, y han asegurado que no descansarán hasta que el caso se esclarezca y se castigue a los responsables. En un comunicado, la Fiscalía expresó su rechazo a la violencia en contra de las niñas y mujeres, y prometió que este crimen no quedará impune.
El asesinato de Liliana ha provocado una fuerte indignación en la comunidad de Tuxtla Gutiérrez y en todo Chiapas. Organizaciones como la colectiva feminista “50 más 1” han condenado enérgicamente el feminicidio de la menor, exigiendo una investigación exhaustiva y medidas concretas para prevenir la violencia de género en el estado. En un comunicado, la colectiva destacó que el feminicidio de Liliana es el caso número 27 registrado en lo que va del año en Chiapas, un reflejo de la grave situación de violencia que afecta a las mujeres y niñas en la región.
“Con las niñas no se juega, la violencia cruel y brutal hacia la niñez no desciende en Chiapas”, expresó la colectiva en su pronunciamiento. “Exigimos que se implementen estrategias efectivas para reducir la violencia de género y proteger a las niñas, que no se permita que otro caso como el de Liliana quede impune”.
Este sentimiento de indignación ha resonado con fuerza también entre los vecinos de Berriozábal, quienes se reunieron para despedir a Liliana en su funeral. En medio de lágrimas, sus familiares, amigos y conocidos acompañaron a la familia de la menor, clamando por justicia. “Queremos que se haga justicia por Liliana, que su muerte no sea solo un número más. No podemos permitir que más niñas sufran como ella”, expresó uno de los familiares durante el sepelio.
El feminicidio de Liliana ha puesto nuevamente en evidencia la falta de seguridad y protección que enfrentan las mujeres y niñas en Chiapas, una región que en los últimos años ha sido testigo de un incremento en los crímenes violentos. La violencia de género, el acoso, y los feminicidios continúan siendo problemas urgentes que requieren atención inmediata por parte de las autoridades.
El caso de Liliana se suma a la larga lista de crímenes violentos que afectan a los sectores más vulnerables, especialmente a niñas y adolescentes. Organizaciones de derechos humanos han señalado que las políticas públicas actuales no son suficientes para prevenir este tipo de crímenes y que es necesario implementar medidas más severas para garantizar la seguridad de las mujeres en Chiapas.
El funeral de Liliana, realizado en su natal Berriozábal, fue un reflejo del dolor que ha causado su trágica muerte. Decenas de personas acompañaron a la familia en el cortejo fúnebre, llevando flores y pancartas que exigían justicia. La madre de la niña, visiblemente afectada por la tragedia, agradeció el apoyo de la comunidad y reiteró su demanda de que se haga justicia.
“Mi niña no merecía esto, ella solo quería ayudar a su familia, vender sus dulces y seguir con sus estudios. Exijo que se castigue al responsable, que no quede en el olvido lo que le hicieron”, expresó entre sollozos la madre de Liliana durante la ceremonia.
El caso de Liliana ha dejado una profunda marca en la comunidad de Berriozábal y en toda la región, donde la inseguridad y la violencia parecen no tener fin. La familia, devastada por la pérdida, ha dejado en claro que no descansarán hasta que se haga justicia por la niña. Mientras tanto, el luto y la indignación se extienden, en una sociedad que clama por medidas urgentes para proteger a sus hijas y garantizar que ninguna otra familia pase por el mismo sufrimiento.
La Fiscalía General del Estado ha señalado a Víctor Carrera Mayor, un hombre de aproximadamente 45 años, como el principal sospechoso en un caso que ha conmocionado a la sociedad. Carrera Mayor se encuentra actualmente prófugo de la justicia, por lo que la Fiscalía ha ofrecido una recompensa de 500 mil pesos a quien proporcione información que conduzca a su captura. Esta medida ha sido implementada como parte de las acciones para acelerar el proceso de localización del individuo.
Desde el anuncio de la recompensa, la Fiscalía ha intensificado sus labores de investigación, movilizando equipos especializados para seguir diversas pistas que puedan ayudar a determinar el paradero del sospechoso. Las autoridades han hecho un llamado urgente a la ciudadanía para que colaboren brindando cualquier dato relevante sobre Carrera Mayor. En este sentido, se han habilitado varios canales de comunicación, entre ellos líneas telefónicas y plataformas digitales, para que las personas puedan reportar información de manera confidencial y segura.
Además, la Fiscalía ha solicitado el apoyo de otras entidades gubernamentales, como las fuerzas de seguridad locales y federales, para ampliar el alcance de la búsqueda. Se han desplegado operativos en varias regiones del estado y en zonas aledañas, en un intento por cerrar el cerco en torno a Víctor Carrera Mayor. También se están revisando cámaras de seguridad y registros de tránsito en diversas rutas, con el fin de rastrear sus movimientos antes de que desapareciera.
El caso ha generado gran interés público debido a la gravedad de los hechos que se le imputan a Carrera Mayor, aunque las autoridades han mantenido en reserva detalles específicos de la investigación para no comprometer el proceso. No obstante, las declaraciones de la Fiscalía han dejado en claro que se está trabajando con todos los recursos disponibles para llevar al sospechoso ante la justicia.
En su comunicado, la Fiscalía también destacó la importancia de la colaboración ciudadana en casos como este, enfatizando que la participación de la comunidad es clave para mantener la seguridad y garantizar que las personas que cometan delitos enfrenten las consecuencias de sus actos. Las autoridades aseguraron que cualquier persona que proporcione información sobre el paradero de Víctor Carrera Mayor recibirá la recompensa de manera íntegra y anónima, protegiendo así su identidad y garantizando su seguridad.
Mientras las investigaciones avanzan, el llamado de la Fiscalía se mantiene: cualquier persona que tenga datos sobre el paradero del sospechoso debe comunicarse de inmediato a los canales oficiales, recordando que la recompensa sigue vigente y que la prioridad es localizar a Víctor Carrera Mayor para que enfrente los cargos que se le imputan.
Liliana, una niña con sueños y un futuro por delante, descansa hoy en paz, mientras su familia y comunidad siguen buscando respuestas en un entorno marcado por la violencia.