Es el tercer proceso en este único país del mundo que elige a sus altos magistrados por voto popular
PORTAVOZ/AGENCIAS
Los bolivianos votaron para renovar a los jueces de sus altas cortes de justicia, en una elección atípica marcada por la desconfianza ciudadana, en la que la mayoría de las regiones no pudo participar plenamente.
Es la tercera elección judicial en Bolivia, el único país del mundo que elige a sus altos magistrados por voto popular, aunque México empezará a hacerlo en 2025.
Las primeras mesas de votación comenzaron a cerrar a las 21H00 GMT (17H00 locales), tras ocho horas de funcionamiento ininterrumpido, reportó la autoridad electoral.
Los ciudadanos escogieron a 38 autoridades -titulares y suplentes- del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo de Justicia, del Consejo de la Magistratura y del Tribunal Agroambiental, entre candidatos preseleccionados por el Parlamento.
La elección se llevó a cabo de manera parcial, puesto que en cinco departamentos la justicia suspendió la elección de magistrados del Tribunal Constitucional y en dos jurisdicciones las del Tribunal Supremo de Justicia, máxima instancia de apelación.
En 2025 Bolivia celebrará elecciones presidenciales y el sistema judicial puede inclinar el tablero político, en medio de una batalla entre Evo Morales y su exministro y presidente Luis Arce por el liderazgo de la izquierda.
Ya tuvo un rol decisivo este año, cuando el Tribunal Constitucional impidió una nueva candidatura de Morales, que gobernó entre 2006 y 2019. El tribunal limitó a dos el máximo de mandatos presidenciales y retiró a Morales de la cúpula del partido oficialista Movimiento al Socialismo.
Una nueva composición de las altas cortes podría revertir esta situación con la emisión de nuevas sentencias.
El TSE informó que las elecciones de carácter obligatorio se realizaron sin incidentes. Sin embargo, la ciudadanía acudió a las urnas con desconocimiento y desánimo.
DESCONFIANZA FRENTE AL SISTEMA DE JUSTICIA
Los candidatos no pudieron realizar campañas y el trabajo de difusión de perfiles personales que realizó la autoridad electoral no tuvo alcance masivo.
En las primeras dos elecciones judiciales (2011 y 2017), los votos nulos y blancos superaron el 60 por ciento. Esta vez la desconfianza frente al sistema de justicia es mayor.
Al desconocimiento de los candidatos, se suma un contexto de profunda crisis política y económica.
Tras el cierre de mesas, los votos se contabilizan de manera manual. El cómputo total podría tardar hasta una semana, según el Tribunal Supremo Electoral (TSE).