José Luis Castillejos
“Humanismo que transforma”, lema del Gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar, cuya administración iniciará en diciembre de 2024, refleja un enfoque centrado en el desarrollo humano integral.
Este modelo de gobernanza busca abordar los desafíos más profundos de Chiapas, donde el 73.5 por ciento de la población vive en pobreza, según datos de CONEVAL. La propuesta de corte humanista no solo se enfoca en el crecimiento económico, sino en la creación de una sociedad más justa y equitativa.
Uno de los principales objetivos de este Gobierno será mejorar las condiciones de vida de las comunidades rurales e indígenas, que representan el 27 por ciento de la población estatal. Estos grupos han sido históricamente marginados, con poco acceso a servicios básicos como agua potable y atención sanitaria. La administración de Ramírez Aguilar trabajará en revertir estas condiciones mediante políticas públicas inclusivas, diseñadas para reducir las desigualdades estructurales.
En términos económicos, el Gobierno planea impulsar la revitalización del sector agrícola, motor de la economía chiapaneca. El estado es uno de los mayores productores de café en México, con una producción anual de más de 900 mil sacos de 60 kg. Sin embargo, la falta de infraestructura y las fluctuaciones de los precios internacionales han limitado el crecimiento de este sector. La administración se enfocará en diversificar la producción agrícola, promoviendo cultivos como cacao, plátano y rambután, además de fortalecer los sectores ganadero y pesquero.
Otro pilar del “humanismo transformador” será el sector energético. Chiapas genera aproximadamente el 30 por ciento de la energía hidroeléctrica de México, lo que lo posiciona como un actor clave en la transición hacia energías renovables. La administración promoverá el uso responsable de estos recursos, equilibrando el desarrollo económico con la protección del medio ambiente y los beneficios para las poblaciones locales.
El Gobierno también pondrá énfasis en la infraestructura, reconociendo que la baja conectividad ha afectado el desarrollo del estado. Mejorar las carreteras y vías de acceso a las zonas rurales será una prioridad para fomentar el comercio, mejorar el acceso a servicios básicos y facilitar la movilidad de la población. Esta inversión en infraestructura permitirá una mayor integración de Chiapas con el resto del país.
En el ámbito educativo, el enfoque humanista de Ramírez Aguilar priorizará a los jóvenes, que representan cerca del 30 por ciento de la población chiapaneca. Chiapas tiene una tasa de analfabetismo del 12.3 por ciento, lo que requiere de políticas urgentes para revertir esta tendencia. La administración implementará programas de alfabetización y capacitación, con el objetivo de generar oportunidades laborales y mejorar la calidad de vida de las nuevas generaciones.
La transformación que impulsará Ramírez Aguilar será integral, buscando no solo un cambio económico, sino también social y cultural. Este enfoque humanista garantiza que las políticas públicas estarán orientadas a atender las necesidades más apremiantes de la población, respetando los derechos humanos y promoviendo la equidad.
El Gobierno de Eduardo Ramírez Aguilar, que gobernará de 2024 a 2030, se compromete a construir un Chiapas más inclusivo, equitativo y próspero. A través de un enfoque humanista, las políticas implementadas buscarán transformar las condiciones de vida de todos los chiapanecos, asegurando que el bienestar social sea el eje central de cada decisión.