Una mala alimentación en la infancia y adolescencia, puede desencadenar enfermedades
crónicas en etepa de adultez
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En Chiapas, un problema de salud pública está posicionándose y representa un riesgo para las
nuevas generaciones: la obesidad infantil. En los municipios del Soconusco, la situación es
preocupante. Según el Distrito de Salud VII, tres de cada 10 niños de entre cinco y 11 años luchan
contra el sobrepeso y la obesidad. Para los adolescentes de 12 a 17 años, esta cifra se dispara al 40
por ciento y representa un panorama desalentador que exige atención inmediata.
La voz de alarma es la encargada del componente de Nutrición de la Infancia y la Adolescencia en
la región, Marilú Rincón. En su evaluación, la causa principal radica en los hábitos alimenticios
desfavorables, donde los alimentos chatarra son los protagonistas indiscutibles. Una dieta
desequilibrada en la infancia puede sembrar las semillas de enfermedades crónicas en la adultez,
advirtió.
Los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición pintan un cuadro aún más sombrío. El
consumo regular de bebidas azucaradas no lácteas alcanza un alarmante 81 por ciento, mientras
que el 61 por ciento de los niños se entregan a botanas, dulces y postres con frecuencia. La
presencia de verduras y frutas en la dieta de los pequeños es mínima, con apenas el 22 por ciento
y el 45 por ciento de forma respectiva.
Ante este panorama desafiante, se necesita un enfoque integral. Más allá de las cifras, está la
urgente necesidad de acciones concretas. Es esencial promover la educación nutricional desde las
aulas, involucrar a las familias en la creación de entornos alimentarios saludables y garantizar el
acceso a opciones nutritivas y asequibles en las comunidades.
La lucha contra la obesidad infantil no es una tarea que pueda abordarse en solitario. Requiere la
colaboración de gobiernos, instituciones, padres y sociedad en su conjunto. Por lo tanto, actuar
con determinación y empatía será fundamental, a fin de reducir los daños a la salud que una dieta
irregular puede ocasionar en las infancias chiapanecas.