Dr. Gilberto de los Santos Cruz
El pasado 25 de marzo la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó la resolución propuesta por 13 países –Antigua y Barbuda, Brasil, Bulgaria, El Salvador, Indonesia, Jamaica, Kenya, Luxemburgo, Malasia, Mongolia, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam- para proclamar el 11 de junio de cada año como el Día Internacional del Juego.
La resolución considera la importancia de reafirmar el contenido de la Convención sobre los Derechos del Niño, sus Protocolos Opcionales y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad al respecto del derecho al descanso, esparcimiento, juego y actividades recreativas, derechos también reconocidos en la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
El reconocimiento del Día Internacional del Juego parte de la relevancia que esta actividad desempeña en el desarrollo de competencias de carácter físico, social, cognitivo, comunicativo y emocional, esenciales para la salud y la vida a todas las edades, y sus efectos positivos para promover la tolerancia y la resiliencia, facilitar la inclusión social y la prevención de conflictos.
Desde una mirada de salud pública, el juego y la recreación son factores clave para el sano desarrollo de la personalidad, el manejo temprano del estrés, la higiene mental y el aprendizaje, en tanto el juego incrementa la curiosidad, creatividad e iniciativa, así como la regulación emocional, la atención y persistencia, por lo que fomentar el juego y el esparcimiento es una buena apuesta tanto individual como comunitaria.
En particular, para grupos etarios como niñas, niños y adolescentes (NNyA), el juego tiene un impacto significativo y determinante en su desarrollo, por lo que los estados están llamados a impulsarlo de manera comprometida.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud Pública 2022, a pesar de las consecuencias negativas en el desarrollo, más de la mitad de las niñas y niños de uno a 14 años fueron sometidos a una disciplina violenta y se considera que, en la medida en que las y los cuidadores de NNyA estén en posibilidades de habilitar el juego como potenciador del desarrollo, se contarán con mejores condiciones tanto para la prevención de la violencia, como para la reparación de sus efectos en lo individual y lo colectivo.
El llamado a fomentar el esparcimiento, recreación y juego se vuelve además significativo en el contexto de una sociedad que cada vez es más pobre en tiempo, tal como lo muestra la medición multidimensional de la pobreza en la Ciudad de México realizada por Evalúa CDMX que en su edición 2022 dio cuenta de un aumento de 13.4 por ciento de personas en pobreza de tiempo con respecto a 2020.
Por todo lo anterior, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) se suma a la proclamación del 11 de junio de cada año como el Día Internacional del Juego con la convicción de que esta actividad cuenta con un potencial transformador necesario en nuestras sociedades, por lo que se hace un llamado a impulsar y motivar el juego principalmente en las escuelas y las familias.
La niñez tiene derecho al descanso, al esparcimiento, a los juegos y actividades recreativas acordes a su edad, así como participar libre y activamente en la vida cultural y en las artes, según lo destaca el mismo artículo de la convención.
La iniciativa de esta celebración surgió por la Asociación Internacional de Ludotecas (ITLA), y posteriormente fue impulsada por la doctora Freda Kim, en 2008.
El juego es un elemento fundamental en el desarrollo infantil, el aprendizaje y la construcción de prácticas ciudadanas, mediante la adquisición de diversas habilidades.He aquí un poema al juego:
Ayer tarde casi lloro
por una cuestión muy seria:
porque mi amigo el “yoyo”
se enredó en su propia cuerda.
Aunque parezca un poco tonto
fue ayer que me percaté,
que nuestro alegre “trompo”,
bailaba en un solo pie.
Y hoy a temprana hora
descubrí sin mucha presteza,
que mi amiga la “perinola”
usa sombrero, sin tener cabeza.
Y qué decir del talento
del amigo “gurrufío”
que siempre anda contento
ofreciendo su silbido.
Las “canicas” de colores
al sacarlas de su saco
muestran bellos resplandores
como los ojos de un gato.
Solo la lluvia y los rayos
lo detienen, más no el viento,
del vuelo al “papagayo”
cuando sale al firmamento.
Juegos de aquella era,
qué juegos tan divertidos,
al igual que la “rayuela”
y el juego del “escondido”.
Juegos de aquella era
qué juegos tan divertidos
jugar de nuevo quisiera
con toditos mis amigos.