Dr. Gilberto de los Santos Cruz
En diversos eventos y actores de la educación manifiestan que en la Nueva Escuela Mexicana (NEM), que empieza a ponerse en práctica en el país, “es importante que la mirada de los futuros licenciados en Educación Física cambie nuestras ideas sobre el contexto escolar”. Asimismo, la NEM plantea cuatro elementos centrales que rigen esta propuesta: integración curricular, comunidad como el núcleo integrador, autonomía profesional del magisterio y derecho humano a la educación.
La NEM “sitúa a la educación física en lo humano y lo comunitario y tiene un campo de conocimiento y unos saberes que hay que movilizar; esto se relaciona con los conocimientos de sí y de los demás, con
la comprensión consciente de la vida emocional y afectiva, del cuidado de la salud individual y colectiva, el análisis crítico de la situación y de problemas sociales y la valoración y construcción de saberes e intervenciones”.
La Educación Física en la NEM, dijo, “desplegará en niños y niñas este sentimiento de estar plenamente competentes en el plano motor. Peter Arnold habla de dos individuos, uno en el sentido débil y otro en el sentido fuerte; en el primero, en educación física, es cuando el niño sabe hacer las cosas, y en el segundo, cuando sabe hacer las cosas y explica cómo las hace, es decir, da sentido a lo que aprende”. “Cuando le dan sentido a lo anterior -aseveró- vemos elementos como la percepción, interpretación,
análisis y evaluación”. También señaló que en Educación Física se deben desarrollar ciertas habilidades al dialogar e interactuar: “Hoy en día, por el cambio paradigmático de la NEM, hay que avanzar en el pensamiento crítico en la Educación Física”. Para lograrlo, precisó, “los y las docentes tienen que cambiar la lógica de las prácticas; no podríamos estar considerando un pensamiento crítico si antes no reflexionamos cómo hacerlo”. En este sentido, argumentó que si el docente sigue con las mismas prácticas, ¿en qué momento, quienes estudian pondrán en juego el pensamiento crítico?
Armando Figueroa afirmó que la Educación Física, en cuanto a formar y desarrollar la competencia motriz, tiene que tomar en cuenta la organización del trabajo desde la perspectiva pedagógica, con una
orientación sistémica e integral: “Cuando se habla de sistémico, estamos hablando de la lógica de las acciones y, cuando se habla de integral, de todo lo que ponen en juego quienes estudian”.
Por último, resaltó que “el reto sustantivo está en las prácticas descontextualizadas que se realizan en los patios de las escuelas públicas, porque no respetamos la imagen corporal y menos sus posibilidades
y potencialidades motrices”.
La escuela se enfrenta a la necesidad de encontrar mayor sentido y significado a lo que aprenden niñas,
niños y adolescentes; por lo que, superar la visión tradicional centrada en la transmisión de información, demanda construir nuevas formas y estrategias de entender el conocimiento. En este sentido, impulsar
la adquisición de conocimientos, habilidades, actitudes y valores por parte de alumnas y alumnos, a partir de escenarios lúdicos, creativos e innovadores contribuye a que puedan reconocer la relación que existe entre las distintas áreas (Español, Matemáticas, Formación Cívica y Ética, Educación Socioemocional, Educación Física, etcétera), así como la complejidad de las situaciones y problemáticas que se presentan y la posibilidad de encontrar distintas alternativas para afrontarlas.
Por ejemplo, cuando abordamos contenidos relacionadas con la salud y, de manera particular, en lo referente a las consecuencias de enfermedades no transmisibles que se derivan del sobrepeso y la obesidad, es preciso ampliar la perspectiva, puesto que no solo se trata de incrementar el tiempo destinado a la práctica de actividad física, sino que se debe de analizar: el funcionamiento del cuerpo y su relación con la ingesta de alimentos; los hábitos alimenticios que tenemos y cómo han cambiado; los factores que inciden en nuestros comportamientos y decisiones que tomamos; los derechos y obligaciones que corresponden a las personas e instituciones, por mencionar no algunos aspectos. Resulta un tema complejo, pero debemos tomar mayor consciencia de lo que implican nuestras palabras y acciones como parte de la intervención pedagógica que realizamos, lo que podemos decir es que muchas de las nociones conceptuales que se habían utilizado en la escuela, no son otra cosa que construcciones sociales heredadas o prácticas arraigadas por muchas generaciones, como puede ser las etiquetas o estigmatizaciones dirigidas a los estudiantes: “burros”, “tontos”, “limitados”, “torpes”, etcétera. Por tanto, el enfoque sistémico también permea la idea de lograr una mayor congruencia e integración del conocimiento y las herramientas que se pretende adquieran alumnas y alumnos, como parte de una formación más amplia y completa, dado que si solo se aborda de manera aislada un aspecto del problema se limita y altera los resultados del proceso de aprendizaje. Con el Dr. Eduardo Ramírez Aguilar, gobernador electo y en la nueva ERA para Chiapas, sin duda alguna se impulsará el deporte, y el proyecto de escuelas saludables con el propósito de lograr niños y niñas más sanos, sensibilizados del cuidado del medio ambiente y en consecuencia tendremos mejores días para nuestra
sociedad chiapaneca.
CUERPO SANO, MENTE SANA
Si te levantas temprano
para contemplar el Sol,
bello color arrebol
lucirá tu cuerpo sano;
el esfuerzo no es en vano,
es el mágico crisol,
ese divino fistol, que te mantiene lozano;
ejercicio y alimento te dará luz y presteza,
limpio y claro pensamiento, una noble gentileza;
y meditar un momento resaltará tu belleza…