José Luis Castillejos
El próximo 8 de diciembre, Eduardo Ramírez Aguilar asumirá la Gubernatura en un contexto complejo que exige sensibilidad y compromiso. Su administración deberá atender con precisión temas como seguridad, desarrollo económico, derechos indígenas y conservación ambiental para avanzar hacia un Chiapas más justo y próspero.
La seguridad será un desafío prioritario, especialmente en zonas fronterizas donde la violencia del crimen organizado ha aumentado. Ramírez Aguilar reactivará la Secretaría de la Frontera Sur para promover el desarrollo y restaurar la confianza en las autoridades, garantizando el derecho a la seguridad de cada habitante.
El desarrollo económico y la creación de empleos serán esenciales para reducir la pobreza y frenar la informalidad laboral que afecta a miles de chiapanecos. La administración venidera deberá atraer inversiones, apoyar a pequeñas y medianas empresas y potenciar sectores como turismo, agricultura y comercio. Con zonas económicas especiales y empleos dignos, Chiapas podrá ofrecer mayores oportunidades a su población joven y reducir el éxodo migratorio.
La agricultura, la ganadería y la pesca son la columna vertebral de Chiapas. Para impulsar estos sectores, se necesitan mejoras en infraestructura de riego y almacenamiento, implementación de prácticas sostenibles y apertura de mercados que beneficien a miles de familias. La sanidad animal y una pesca responsable serán claves para un desarrollo equilibrado y sustentable.
La infraestructura es fundamental para la integración económica de las regiones de Chiapas. Obras como la carretera Palenque-Ocosingo pueden estimular el turismo y el comercio, dinamizando la economía. También es esencial garantizar acceso a agua potable, electricidad y servicios de saneamiento en áreas rurales, y ampliar la conectividad digital para fomentar educación e innovación.
Chiapas, como puerta de entrada de miles de migrantes, enfrenta la responsabilidad de gestionar el flujo migratorio de forma humanitaria, garantizando derechos de los migrantes y apoyando a las comunidades receptoras. La administración de Ramírez Aguilar deberá promover políticas inclusivas y facilitar acceso a servicios básicos para aquellos en situación vulnerable.
La salud es un derecho fundamental que necesita fortalecerse en Chiapas. La administración deberá mejorar la infraestructura hospitalaria, capacitar al personal médico y establecer programas de prevención en áreas rurales e indígenas. Un acceso equitativo y eficiente a la salud reducirá las brechas de desigualdad.
Para frenar la migración juvenil y atender las demandas laborales del mercado local, Chiapas necesita programas de capacitación que vinculen la educación técnica con el sector privado. La creación de la Universidad Rosario Castellanos podría marcar un cambio estructural en el sector educativo.
Los bloqueos carreteros son una problemática recurrente que afecta la economía y estabilidad social. Ramírez Aguilar deberá fomentar el diálogo y establecer mecanismos de mediación que permitan canalizar demandas ciudadanas sin comprometer la paz social. La prioridad será garantizar justicia sin sacrificar la estabilidad del estado.
La conservación ambiental es esencial, puesto que Chiapas alberga una biodiversidad única amenazada por la deforestación y el cambio climático. Ramírez Aguilar deberá promover prácticas agrícolas sostenibles, la reforestación y el ecoturismo como forma de proteger el medio ambiente y generar ingresos en armonía con la naturaleza.
La población indígena enfrenta retos significativos en cuanto al respeto y promoción de sus derechos. La administración deberá desarrollar políticas inclusivas que valoren y preserven sus culturas y lenguas, mejorando acceso a servicios de salud, educación y desarrollo económico.
Eduardo Ramírez Aguilar tiene ante sí la oportunidad de construir un Chiapas donde cada sector encuentre respaldo y cada ciudadano se sienta parte del cambio. Solo a través de un esfuerzo intenso y un compromiso genuino, el estado podrá retomar el camino hacia un desarrollo integral y profundo, que ha sido anhelado durante décadas.