La adquisición de bebidas embriagantes llega a reportar una alza entre la población joven, esto representa un riesgo
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
La temporada decembrina en Tapachula trae consigo un aumento significativo en el consumo de alcohol entre los jóvenes, representando un riesgo considerable para este sector de la población. Según el Centro de Integración Juvenil (CIJ), el consumo de bebidas alcohólicas se incrementa en más del 60 por ciento durante las festividades de fin de año. Esto ocurre debido al acceso fácil y muchas veces incontrolado del alcohol en reuniones familiares y celebraciones.
El psicólogo del CIJ en Tapachula, Eduardo Piedrasanta Velázquez, señaló que las fiestas decembrinas son un momento clave en el que muchos jóvenes experimentan su primera bebida alcohólica o su primer cigarro. Este inicio temprano puede llevar a un patrón de consumo problemático que, en el futuro, podría convertirse en adicción. Es alarmante cómo esta permisividad en el seno familiar puede hacer que los jóvenes tomen decisiones que ponen en riesgo su salud y seguridad.
El psicólogo también destacó que las fiestas no solo son un punto de inicio para muchos jóvenes, sino que también se convierten en un período de altos riesgos asociados al consumo irresponsable. Muchas veces, el alcohol lleva a comportamientos de riesgo como conducir en estado de ebriedad, lo cual puede resultar en accidentes fatales.
Este repunte en el consumo de alcohol también reveló una necesidad urgente de educación y prevención en la comunidad. El CIJ ha iniciado campañas para concienciar sobre los peligros del consumo excesivo de alcohol y la necesidad de establecer límites claros desde el núcleo familiar. La reflexión y el diálogo en las familias son fundamentales para abordar este problema.
En Tapachula, el papel de los padres y las familias es esencial para evitar que las festividades de fin de año se conviertan en un terreno propicio para el inicio de hábitos nocivos en los jóvenes. A medida que las festividades continúan, es vital que los adultos actúen con responsabilidad, guíen a los jóvenes hacia comportamientos saludables y eviten que las celebraciones se transformen en tragedias.