El problema ha incrementa la inseguridad y limita la movilidad nocturna en municipios afectados
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La región fronteriza de Chiapas enfrenta una crisis energética que ha afectado a más de 900 comunidades en los municipios de Motozintla, El Porvenir, Siltepec, Bejucal de Ocampo, Tapachula, Tuxtla Chico, entre otras. Desde el pasado jueves, constantes fallas en el suministro eléctrico han generado pérdidas económicas significativas y afectado la vida cotidiana de miles de habitantes. Comercios cerrados, productos echados a perder y electrodomésticos dañados son solo algunas de las consecuencias que enfrentan los afectados.
El impacto económico de los apagones es alarmante, en especial en negocios que dependen de la refrigeración para mantener sus productos. A pesar de que en algunos sectores el servicio ha comenzado a restablecerse, la incertidumbre persiste. Muchos comerciantes aseguraron que las pérdidas son “incuantificables” y exigieron que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ofrezca explicaciones claras y soluciones inmediatas.
La situación se agrava con el temor que viven los habitantes ante la inseguridad en la región. La oscuridad de las calles, causada por los apagones, ha intensificado la desconfianza, lo que limita aún más la movilidad nocturna. Este escenario, sumado a las recientes fallas en el servicio, ha generado un ambiente de desesperación que afecta tanto a los hogares como a los comercios.
Las autoridades locales han señalado que los apagones podrían estar relacionados con un incendio registrado el 2 de enero en una estación eléctrica en Río Florido. Sin embargo, no se han emitido informes oficiales que confirmen esta versión o que detallen las acciones que la CFE implementópara normalizar el suministro. Mientras tanto, líderes empresariales, como el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) Tapachula,Nicolás Castañeda Javier, han alzado la voz para exigir que se indemnice a los afectados por los daños en equipos y mercancías.
La crisis energética en la frontera sur de Chiapas pone en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades frente a fallas en los servicios básicos. Más allá de las pérdidas económicas, los apagones han evidenciado la necesidad urgente de modernizar la infraestructura eléctrica y establecer protocolos eficaces de respuesta ante emergencias.