Más de 100 centros educativos indígenas operan sin recursos ni condiciones adecuadas para la enseñanza
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La situación de las escuelas indígenas en la región del Soconusco refleja un abandono alarmante que persiste desde hace más de tres décadas. A pesar de los esfuerzos de la comunidad, las infraestructuras educativas continúan siendo precarias, sin inversiones ni programas gubernamentales que apunten a una mejora integral. La falta de recursos, tanto materiales como humanos, ha hecho que la educación en estas zonas esté a la deriva, con los docentes y padres de familia sumidos en un sistema educativo en crisis.
El integrante del Consejo Nacional de Pueblos Indígenas en Chiapas, José Castañón Ramírez, destacó que más de 100 escuelas en la región operan en condiciones deplorables. Las aulas carecen de pupitres, las herramientas necesarias para la enseñanza de la lengua indígena son inexistentes, y el techo de varias escuelas se ha deteriorado sin que haya recursos para repararlas.
El abandono también se refleja en las escasas medidas para reconstruir las escuelas dañadas por fenómenos naturales, como el huracán Stan. Muchos de los edificios educativos que fueron afectados siguen sin ser atendidos, lo que obligaa los estudiantes a recibir clases en espacios improvisados que no cumplen con los estándares mínimos de seguridad ni de higiene.
La problemática educativa en las comunidades indígenas del Soconusco se ve además agravada por la falta de acceso a las escuelas. En muchas ocasiones, los niños y adolescentes deben caminar durante horas por caminos sin pavimentar, lo que pone en riesgo su integridad física. Esta realidad refleja la falta de infraestructura básica en la región, que también impide que el acceso a la educación sea equitativo y justo.
La comunidad indígena de la región, que pertenece en su mayoría a la etnia Maya Mam, lleva años en la lucha por el reconocimiento de sus derechos y el acceso a una educación de calidad. Sin embargo, la falta de atención por parte de los gobiernos en todos los órdenes ha generado un estancamiento que amenaza el futuro de las nuevas generaciones. La exigencia de inversiones y un compromiso real con la mejora de las condiciones educativas en las comunidades indígenas del Soconusco es urgente y necesaria para que estas familias puedan acceder a un futuro con oportunidades reales.