Capturan la esencia de la incertidumbre y la tristeza, al fusionar poderosas melodías con letras poderosas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Dalia irrumpe con Rojo Pálido, un debut que traduce el caos emocional en una avalancha de guitarras distorsionadas y líneas de bajo que laten con una intensidad innegable. David Núñez y Giovanni Tejeda canalizan la fragilidad y la incertidumbre en un disco que no teme explorar las sombras del desamor, las crisis existenciales y los laberintos de la mente.
Grabado en Monterrey bajo la producción de Horacio Gracia y Diegoshky, el álbum captura la tensión entre lo que anhelamos y lo que terminamos aceptando. Su tema central, Falacia, confronta al oyente con una pregunta incómoda: ¿arriesgarse a una relación real con todas sus complejidades o entregarse a una mentira reconfortante? Dalia no busca respuestas simples, pero sí un sonido que las haga retumbar.
Más que un catálogo de desencuentros, Rojo Pálido es un refugio sonoro para quienes encuentran belleza en la melancolía. Cada canción es una puerta entreabierta a la introspección, un espacio donde la vulnerabilidad se vuelve tangible y la distorsión funge como un eco de lo que no siempre se dice en voz alta.
Con este primer álbum, la banda no solo da forma a un sonido propio, sino que también desafía la idea de que la tristeza debe ser silenciada. En su universo, la incertidumbre se abraza, el dolor se canta y la música se convierte en un puente hacia lo que muchas veces preferimos callar.
¿Cómo se sienten con el estreno de su álbum “Rojo Pálido”? “Nos sentimos muy felices, ha sido una experiencia muy bonita. Desde la parte de crear nuestras canciones hasta el hecho de planificar cuál sería el siguiente paso, dónde vamos a grabar. Entonces, todo ha sido un proceso muy bonito y el día en el que dimos a conocer nuestro disco fue impresionante, dimos uno showcase muy padre y presentamos varias canciones en versión acústica y hasta vendimos nuestra propia merch.
Es una sensación de liberación y de adrenalina de saber que esto apenas está por comenzar. Sabemos que hay mucho trabajo por hacer, pero estamos con la mejor disposición de crecer y compartir nuestra música”, explicaron.
¿Qué tiempo se llevaron en la planificación de grabar el álbum y cómo fue ese proceso? “En inicios de 2022 tocamos aquí en Irapuato con una banda de Monterrey que se llaman Los Insurgentes. Entonces, uno de ellos se interesó por nuestras canciones y nos dio la apertura de ir a grabar a Monterrey. Así que, en diciembre de ese mismo año fuimos a grabar “Vicio” y “Amada”, pero nosotros pensábamos que solo grabaríamos esas dos canciones y al salir la primera rola nos dimos cuenta de que era momento de crear material propio y que teníamos canciones para armar un set list y tocar en vivo.
Por lo tanto, el proceso de planificación tuvo una duración aproximada de año y medio, tuvimos que viajar de manera constante a Monterrey, grabamos por partes debido al tema económico, no obstante, al final se logró culminar el cometido de ‘Rojo Pálido”, detallaron.
El álbum consta de 10 canciones, ¿tuvieron más rolas que quedaron fuera del proyecto? “De hecho, hay unas canciones que dejamos fuera porque ya estaba encaminada la banda y otras que consideramos que podrían servir para un siguiente álbum o utilizarlos como sencillos.
Nosotros nos tuvimos que separar al entrar a la universidad, uno de nosotros se tuvo que quedar en Ciudad de México y otro irse a Guanajuato. En ese proceso, todavía no sabíamos que queríamos hacer una banda, todo esto ocurrió antes de pandemia. Entonces, cada uno estaba por su lado y cada quien había hecho sus respectivas canciones hasta que nos juntamos y decidimos montar el proyecto y en ese mismo lapso, checamos el contenido para estructurar el disco de modo que tuviera un estilo propio”, respondieron.
Su canción “Falacia” me gustó en su totalidad, tiene un estilo propio e incluso me recuerda mucho a las canciones del rock mexicano de los 2000. “La de ‘Falacia’ es una mezcolanza de todos nuestros gustos musicales, pero una de las canciones que más nos dieron como que flashashos de la dirección que tendría es una canción de los Pixies y se puede notar mucho por la cuestión de tener un bajo muy lineal o que se encuentra muy presente en toda la rola”, respondieron.
¿Los 10 temas fueron elegidos por gusto musical o cuentan alguna narrativa conceptual? “Creemos que fue más por mero gusto, no quisimos hacer algo muy conceptual. Ahora lo que quisimos expresa fue comunicar nuestras frustraciones, amoríos fallidos, nuestra vida diaria, cosas realistas que nos ocurren a nosotros. Así que, le fuimos metiéndole un poquito de eso y ahí es donde vino el decir qué canciones íbamos a elegir. En un principio teníamos un estilo muy punk para escribir las letras, muy a lo Panda, como que muy literal y después, aterrizamos que no queríamos eso para nuestra música, queríamos algo con estilo, con letra y profundidad, queríamos hacer música que te hiciera pensar.
La última canción que quedó en el álbum fue ‘Instrucciones Para un Juego En Decadencia” y esta pieza musical tenía una estructura muy punk, por lo tanto, tuvimos que modificar toda la estructura melódica, la letra porque ya no encajaba cómo iba el disco”, contestaron.
En la actualidad la industria musical se mueve muy rápido e incluso tienes que liberar sencillo tras sencillo para mantenerte vigente y en ocasiones eso hace que muchos proyectos musicales saquen canciones que no tienen esencia y creo que todo tipo de arte debe llevar su propio tiempo, por consiguiente, es bueno saber que ustedes se tomaron su tiempo para desarrollar su discurso y contenido. “Justo estábamos escuchando hace poco un podcast de Javier Paniagua con Javier Blake y nos fascinó que comparte la filosofía de no liberar música tan rápido, sino de tomarnos el tiempo para crear algo que nos encante, que tenga sentido y que realmente conecte con el público y con lo que queremos expresar. Ahorita estamos en un medio que se mueve muy rápido y nosotros tenemos que movernos a ese ritmo”, afirmaron.
¿Cómo surgió la idea de ser un dúo y no una banda completa? “En un principio, ser un dúo no era la idea, nosotros dos nos juntamos para crear el proyecto y trabajamos solo el bajo, la guitarra y las voces, no teníamos batería. Después, una amiga nos dijo que su hermano tocaba la batería y lo consideramos, le dimos la oportunidad y se quedó.
Fuimos tres integrantes durante más o menos año y medio, incluso las primeras dos canciones que grabamos, las hicimos en conjunto en Monterrey. Por situaciones de la vida, el baterista se separa de la agrupación y desde esa vez hemos tenido como la intención buscar a uno nuevo, pero por el momento solo hemos abordado el proyecto con nosotros dos”, aseguraron.
Supongo que, al ser solo dos integrantes, la toma de decisiones musicales y administrativas son más sencillas. “Con nuestro primer baterista la toma decisiones era muy fluida, porque David y yo aportábamos ideas, pero podrían ser en ocasiones algo contrarias y el tercer miembro terminaba por ser el voto decisivo.
Al momento de ser un dúo nuestra dinámica de trabajo sí cambió muchísimo porque no tenemos a alguien que funja como una contra parte. En muchas ocasiones, nuestras ideas se confrontan, pero la ventaja es que nos conocemos muy bien desde pequeños y hemos aprendido a manejar nuestra amistad de una manera muy padre y en cuanto a la música tratamos de ser lo más profesionales posibles. Así que, constantemente tenemos retroalimentación sana entre ambos y somos lo suficientemente humildes para saber cuándo ceder ante las ideas creativas de cada uno de nosotros, por lo tanto, eso lo hace muy ameno”, sostuvieron.
¿Por qué el nombre “Rojo Pálido”? “Cuando quisimos sacar el nombre de la banda, empezamos a poner muchas opciones dentro y dentro de ellas se agregó ‘Rojo Pálido’, porque en general el arte mexicano nos gusta y una persona que nos representa en toda la extensión de la palabra es Guillermo del Toro. Entonces, somos fans de Guillermo del Toro y nos vino la idea de combinar nombres de sus personajes y uno de ellos es el hombre pálido y rojo es por Hellboy.
Esa idea quedó resguardada para el disco de la banda y al final llegó el nombre de Dalia para llamar a nuestra agrupación. Por lo tanto, ‘Rojo Pálido” fue el nombre que le asignamos a nuestro primer material”, recalcaron.
Se formaron desde 2021, ¿cómo ha evolucionado su forma de contar historias y escribir música hasta la fecha actual? “Ha sido algo muy chido, porque nuestra forma de escribir era muy literal, una forma que expresaba lo que sentíamos. Nuestro punto base de la lírica es la canción de ‘Falacia’ porque en este sencillo hasta leímos libros como el de Aura, aunque es una obra muy pequeña, traía muchas palabras interesantes que luego las implementamos en las letras. Desde ese momento, nos dimos cuenta de que para armar una buena canción se tiene que tener una muy buena lectura y de empaparse de diversas cositas que aporten concepto y contenido”, puntualizaron.
¿Cómo definirían el proceso para conectar con la música? “Conectar con la música es algo importante en la vida de cualquier persona. Creemos que es la forma de sentirse identificado con quién eres tú, con qué es lo que quieres hacer en tu vida y al final la música es una forma de alivianar tu alma”, finalizaron.