Las asociaciones civiles hacen más con menos recursos, mientras el Gobierno sigue sin asumir su responsabilidad
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El acceso al tratamiento para personas con VIH en Chiapas sigue siendo un reto crítico. De cada 10 personas diagnosticadas, solo seis logran recibir algún tipo de atención médica, según datos de la organización Una Mano Amiga en la Lucha contra el Sida (UMA Sida). Sin embargo, el problema no radica en la falta de medicamentos, sino en la ineficiencia de un sistema de salud que no garantiza su distribución oportuna.
Más alarmante aún es que solo la mitad de quienes acceden a los antirretrovirales continúan con su tratamiento. La falta de seguimiento por parte de las instancias de salud y los obstáculos administrativos impiden que muchas personas completen su medicación, lo que no solo afecta su calidad de vida, sino que también contribuye a la propagación del virus en la población.
El desfase en la entrega de medicamentos no es un problema nuevo, pero persiste por la ausencia de una política de salud pública efectiva. Aunque los fármacos están disponibles en los almacenes, los retrasos burocráticos impiden su distribución a tiempo. Esta omisión no solo pone en riesgo a los pacientes, sino que también debilita las estrategias de prevención y control del VIH en el estado.
El panorama podría cambiar con la nueva administración estatal, que ha generado expectativas positivas en cuanto a la gestión de los programas de VIH. La Secretaría de Salud estatal enfrenta el reto de invertir en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) y reforzar la coordinación con el Distrito de Salud VII para mejorar la atención integral.
Las asociaciones civiles han asumido una labor que corresponde al Estado, haciendo más con menos recursos. Sin embargo, la responsabilidad de garantizar el acceso a la salud sigue siendo del Gobierno. Sin un compromiso real de las autoridades en los tres órdenes de Gobierno, Chiapas continuará bajo un rezago que compromete la vida de miles de personas con VIH.