Mujeres desplazadas enfrentan serias dificultades para acceder a servicios médicos, lo que ha elevado su mortalidad
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La violencia en Chiapas ha empeorado la salud reproductiva de las mujeres desplazadas. El estudio publicado en Pueblos y Fronteras reveló cómo los conflictos armados han dejado a las mujeres sin acceso a atención médica adecuada, lo que afecta su bienestar durante el embarazo y parto. La falta de infraestructura médica en las zonas rurales obliga a muchas mujeres a buscar alternativas fuera del sistema público, pero estas opciones no siempre son accesibles.
Testimonios de mujeres desplazadas como Josefina destacaron las graves dificultades a las que se enfrentan. Josefina tuvo que recurrir a consultas médicas privadas debido a la clausura de unidades de salud en su comunidad. El cierre de estos centros ha resultado en una disminución de los servicios médicos esenciales, como las consultas prenatales, esto aumenta los riesgos para las mujeres embarazadas.
Ximena, otra mujer desplazada, perdió a su bebé debido a la falta de atención médica oportuna. La mortalidad materna e infantil en zonas de conflicto como Chiapas es más alta que la media nacional. Las mujeres no solo enfrentan la inseguridad, sino también la falta de diagnósticos adecuados, lo que agrava aún más los riesgos durante la gestación.
Las parteras tradicionales, que han sido cruciales en la atención a mujeres en zonas rurales, también se ven afectadas por la inseguridad. Aunque realizan un trabajo invaluable, su capacidad para garantizar una atención adecuada está limitada por la falta de recursos y el contexto de violencia. Sin un sistema de salud robusto, las mujeres continúan expuestas a riesgos innecesarios durante el embarazo y el parto.
El estudio subrayó que la violencia obstétrica, sexual y estructural son factores que agravan la situación. La respuesta del Gobierno debe ser urgente y estructural para garantizar acceso a la salud para todas las mujeres. Esto no solo implica mejorar los servicios médicos, sino también proteger los derechos de las mujeres en zonas afectadas por el conflicto.