Municipios como Villaflores y Frontera Comalapa enfrentan el impacto de la violencia, su economía local se ve afectada
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El cobro de piso impuesto por grupos criminales en la Frailesca y la Sierra de Chiapas no solo desestabilizó la seguridad en la región, sino que también impactó en la economía local. Las tortillerías, esenciales en la alimentación diaria, tuvieron que aumentar sus precios hasta 30 pesos por kilo, lo que supera el costo promedio en el estado. Este incremento no respondió a la inflación o al precio del maíz, sino a la extorsión que padecieron los productores.
Durante 2023 y 2024, el panorama para los industriales de la masa y la tortilla fue insostenible. En municipios como Villaflores y Frontera Comalapa, muchos propietarios enfrentaron amenazas directas y ataques a sus negocios por negarse a pagar las cuotas impuestas por el crimen organizado. Algunos, como un empresario de la región, vieron su tortillería reducida a cenizas tras resistirse a las exigencias de los grupos delictivos.
El miedo y la violencia empujaron a cientos de familias a abandonar sus comunidades, lo que dejó atrás no solo su patrimonio, sino también la estabilidad de los comercios locales. Mientras los clientes se iban, los negocios cerraban o se sometían a las condiciones impuestas por los grupos armados. La tortilla, un alimento fundamental en la dieta chiapaneca, se convirtió en un símbolo del control que el crimen logró imponer sobre la vida cotidiana.
Sin embargo, el inicio del 2025 trajo un ligero cambio en el panorama. Con la presencia de fuerzas de seguridad en algunas zonas, los industriales han comenzado a recuperar el control sobre su actividad. Aunque la normalidad sigue lejana, algunos negocios lograron estabilizar sus precios y operar sin la sombra del cobro de piso. No obstante, el temor persiste y la incertidumbre marca el futuro de la región.
La crisis de inseguridad que afecta a Chiapas desde el 2021 dejó un saldo de desplazados, desaparecidos y comunidades atrapadas entre la violencia y la indiferencia de las autoridades. Si bien el precio de la tortilla es un reflejo de esta problemática, lo costoso ha sido la impunidad con la que el crimen organizado ha logrado gobernar en amplias zonas del estado.