Demandan revisar la Alerta de Género en el estado y señalaron que las estrategias actuales han sido ineficaces
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La indignación crece en Chiapas ante la falta de respuestas institucionales frente a la violencia feminicida. La Colectiva 50+1, reconocida por su labor en la documentación de feminicidios en el estado, ha denunciado la inacción de las autoridades tras el hallazgo de dos mujeres asesinadas en Huitiupán y San Cristóbal de Las Casas en menos de 48 horas. A pesar de la cobertura mediática, la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha emitido pronunciamientos oficiales, lo que alimenta la percepción de un sistema que minimiza la gravedad de estos crímenes.
Desde 2022, la organización ha convertido su registro de feminicidios en un referente nacional, al evidenciar el fracaso de las estrategias gubernamentales para frenar esta crisis. Sus cifras revelaron que 2024 fue el año más violento para las mujeres en Chiapas, con 40 feminicidios documentados. Cada número representa una vida arrebatada, un caso que se suma a la larga lista de expedientes abiertos sin justicia. El silencio de la FGE en los recientes casos refuerza la impunidad y envía un mensaje de desprotección a las víctimas y sus familias.
El colectivo enfatizó que la justicia no puede depender del impacto mediático ni de la presión social, sino que debe ser una obligación inquebrantable del Estado. Exigen a la Fiscalía Contra el Feminicidio que actúe con celeridad y perspectiva de género, haciendo investigaciones a fondo de estos crímenes y el cual garantice procesos sin revictimización. La falta de avances en casos previos genera dudas sobre la verdadera voluntad institucional de combatir la violencia de género.
Más allá de la respuesta inmediata, la Colectiva 50+1 cuestiona la efectividad de la Alerta de Género vigente en Chiapas. Consideran que las estrategias actuales han sido insuficientes y requieren una revisión profunda para que el mecanismo no se limite a un protocolo sin impacto real. Señalaron que la violencia feminicida no es un fenómeno aislado, sino el resultado de un entramado de desigualdad y negligencia institucional que persiste año con año.
El llamado de la organización no es solo a las autoridades, sino también a la sociedad. La exigencia de justicia y políticas efectivas debe ser colectiva. Mientras los feminicidios sigan sin respuesta, la entidad continuará siendo un territorio donde ser mujer implica un riesgo constante.