Las condiciones de escasez de agua afectan a diversas regiones de la entidad, con previsiones similares para 2025
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La sequía se ha consolidado como uno de los temas más persistentes en Chiapas desde 2023. Aunque en general el estado muestra una menor afectación comparada con otras zonas del país, las condiciones climáticas generanpreocupación. Según el Monitoreo de Sequía del Servicio Meteorológico Nacional, el 75.5 por ciento de la región no está afectada, pero el 17.9 por ciento presenta sequedad anormal, y un 6.6 por ciento ya enfrenta sequías moderada y severa. Los expertos advirtieron que la situación podría complicarse.
Para 2025, los pronósticos de sequía se mantienen inciertos, con un panorama similar al del 2024. Durante los meses de marzo y abril, algunas regiones de la entidad podrían enfrentarse a condiciones por debajo de lo normal. Las zonas agrícolas y ganaderas en la Selva, Meseta Comiteca y la porción sur de Valles Zoque, serán las más vulnerables. Aunque no se espera una crisis tan grave como en otras partes del país, los efectos de la sequía ya comienzan a notarse.
Especialistas aseguraron que, si bien las precipitaciones de 2024 estuvieron dentro de lo esperado, el impacto futuro podría ser significativo. Algunas comunidades ya enfrentan la escasez de agua en sus pozos y arroyos, que antes eran fuentes constantes, pero ahora solo corren durante las lluvias. Esta situación es una señal de lo que podría suceder a mayor escala si no se toman medidas preventivas.
La experiencia de otras ciudades como Monterrey, donde la falta de agua llevó a una crisis de gran magnitud, resuena en la comarca. Aunque la entidad no se encuentra aún en una situación tan crítica, el ejemplo de Monterrey demuestra que incluso los recursos más poderosos pueden verse limitados por la sequía. Esto pone en evidencia la necesidad de invertir en infraestructura para la captación y conservación del agua antes de que los efectos sean irreversibles.
El monitoreo constante y la intervención temprana se presentan como claves para mitigar los efectos de la sequía. Si bien el estado aún tiene margen para adaptarse, la situación es cada vez más preocupante. El estado debe prepararse para lo que podría ser un desafío continuo en los próximos años, y las autoridades, así como la sociedad civil, deben actuar para garantizar un futuro con acceso sostenible a los recursos hídricos.