La falta de atención gubernamental ha dejado a miles de cafetaleros en crisis, sin recursos para renovar cultivos
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
Productores de café de la región del Soconusco han decidido tomar una medida drástica: una huelga de hambre, que llevaron a cabo el día ayer, frente al Palacio Municipal de Tapachula. Esta protesta se origina por la falta de apoyo de las autoridades federales, quienes no han respondido a las demandas del sector agrícola, el cual ha sido golpeado por una sequía prolongada que ha arrasado con los cultivos.
La sequía que afectó a la región desde finales de 2023 no solo ha comprometido la producción de café, sino que también ha dejado a miles de familias sin sustento. Los productores han sido claros al señalar que las autoridades no han cumplido con sus promesas de apoyo, al dejar a los caficultores vulnerables frente a un problema creciente. A pesar de los esfuerzos por buscar ayuda, la falta de una respuesta efectiva de las autoridades ha llevado a la huelga de hambre como último recurso para ser escuchados.
Además de la falta de apoyo financiero para enfrentar los efectos de la sequía, los cafetaleros han resaltado la urgencia de renovar sus cultivos con variedades más resistentes al clima cambiante. A lo largo de los años, las condiciones meteorológicas han empeorado, y muchos de los productores sostienen que es fundamental invertir en tecnologías de riego y capacitación para poder adaptarse a estas situaciones.
El café en la región del Soconusco no es solo una fuente de ingreso, sino una parte integral de la cultura local. La falta de acción del Gobierno no solo afecta a los productores, sino también a toda la comunidad que depende de este cultivo para su sustento diario. A través de esta huelga de hambre, los caficultores buscaron que se reconozca la importancia de su trabajo y que se tomen medidas concretas para garantizar la viabilidad del sector en el futuro.
Con el apoyo de los productores, esta protesta tuvo como objetivo presionar a las autoridades para que actúen con rapidez y ofrezcan soluciones reales a los problemas que enfrentan. Si bien la huelga de hambre fue un llamado desesperado, también es una invitación a replantear el modelo de apoyo agrícola en Chiapas, que debe ser más inclusivo, sostenible y acorde a las necesidades actuales.