Autoridades locales advirtieron que no intervenir a tiempo puede derivar en inundaciones severas
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La temporada de lluvias llegó, pero San Cristóbal de Las Casas sigue sin poder intervenir sus principales puntos de riesgo. Aunque las autoridades municipales tienen listo un plan de limpieza y desazolve en los drenes pluviales y el sumidero, los permisos federales necesarios siguen sin llegar. La burocracia medioambiental ha convertido la prevención en una espera peligrosa.
El corazón del conflicto está en los Humedales de Montaña, un área natural protegida cuyo acceso requiere autorización federal. El ayuntamiento ha solicitado en al menos tres ocasiones la luz verde para actuar con anticipación, pero hasta ahora la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), encabezada en Chiapas por Aquiles Espinosa García, no ha emitido respuesta. Sin intervención oportuna, el riesgo de desbordamientos se eleva con cada tormenta.
La preocupación no es gratuita. En años anteriores, las lluvias intensas provocaron afectaciones en viviendas y calles por la falta de mantenimiento preventivo. La comunidad y autoridades locales temen que este año se repita el escenario, agravado por la imposibilidad de actuar de manera legal en zonas críticas. No se trata de negligencia, sino de una parálisis inducida por trámites que no llegan a resolverse.
Desde el Gobierno municipal se ha reiterado que los trabajos se harían con total respeto a la normatividad ambiental, bajo vigilancia técnica y sin poner en riesgo el ecosistema. Pero sin la anuencia oficial, la voluntad política local queda amarrada. Lo que en el papel se presenta como protección ambiental, en los hechos deja vulnerable a una ciudad entera.
El llamado urgente es a la Semarnat, que se equilibren las prioridades. San Cristóbal no plantea intervenir un área protegida por capricho, sino por necesidad preventiva. La espera prolongada podría convertirse en tragedia anunciada, si las lluvias encuentran una ciudad atrapada entre la burocracia y el lodo.