Expertos internacionales y locales participaron en debates sobre la transformación social causada por éxodos masivos
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH) se convirtió en el epicentro del diálogo regional sobre migración durante la Cumbre Migratoria Internacional 2025, un evento que reunió a académicos, funcionarios y expertos en movilidad humana para debatir las transformaciones y retos que plantea este fenómeno en la región. Bajo el lema “Movilidad, Políticas y Futuro”, la cumbre resaltó la necesidad de un enfoque interdisciplinario y humano para enfrentar la complejidad de la migración.
En la inauguración, el rector Oswaldo Chacón Rojas subrayó el papel fundamental de las universidades en la promoción de la paz social y el respeto a los derechos humanos. Para Chacón Rojas, estas instituciones deben ser faros que guíen la reflexión y acción pública en temas sensibles como la migración, que impacta en la vida de millones de personas.
El convenio firmado entre la UNACH y la Mexican Coalition for Empowerment of Youth And Families, representada por Jairo Guzmán, simbolizó ese compromiso de colaboración y generación conjunta de conocimiento. Guzmán destacó la relevancia de Chiapas en el mapa migratorio nacional y su responsabilidad para ofrecer respuestas integrales a las familias en tránsito.
La doctora Andrea Mena Álvarez, coordinadora del Centro de Estudios para el Desarrollo Municipal y Políticas Públicas (CEDES) y del Programa Universitario de Estudios Transfronterizos para el Desarrollo (PUET), dio la bienvenida a la cumbre con un llamado a un humanismo activo. Señaló la urgencia de construir instituciones vivas, comprometidas con el bienestar colectivo y la transformación social.
El primer panel, “Desplazamiento Humano y Transformaciones Locales”, abrió un espacio para analizar cómo las migraciones, tanto voluntarias como forzadas, reconfiguran las sociedades. Yaneth Gil, Neyda Pat y Josefina Saldaña compartieron sus perspectivas sobre el impacto cultural, social y económico de los desplazamientos, al enfatizar la necesidad de políticas públicas sensibles y adaptativas.
Este panel puso sobre la mesa la manera en que las migraciones moldean las identidades y economías locales, al transformar no solo el paisaje físico sino también las tradiciones y estructuras sociales. La experiencia comunitaria y el enfoque académico se entrelazaron para ofrecer una visión amplia y crítica del fenómeno.
En el segundo panel, “Políticas Migratorias y Cooperación Regional”, los panelistas abordaron los retos para garantizar una gestión ordenada y humana de los flujos migratorios. Neeraj Kaushal, Claudia Urey y Azucena Arreola destacaron la importancia de construir marcos normativos que protejan derechos y fomenten el desarrollo regional.
El tercer panel, “Perspectivas de Integración y Desarrollo”, centró la discusión en cómo los procesos de integración regional pueden convertirse en motores de desarrollo sostenible. Juan Carlos Hernández, Luis Ignacio Avendaño y Ana Ximena Monterde analizaron los avances y obstáculos para consolidar espacios políticos, económicos y sociales más cohesionados en la región.
Los discursos institucionales y académicos se conjugaron para trazar una hoja de ruta en la que la colaboración entre gobiernos, universidades y organizaciones civiles se presenta como la base para construir respuestas efectivas y humanas.
El rector Chacón enfatizó que la universidad no solo debe generar conocimiento, sino también incidir en la política pública y la sociedad, al fomentar el respeto, la inclusión y la justicia para los migrantes.
Andrea Mena reforzó esta idea al señalar que el humanismo debe ser la brújula que guíe todas las acciones, promoviendo instituciones que actúen con sensibilidad y compromiso hacia las personas en movilidad.
La Cumbre Migratoria Internacional 2025 demostró ser un espacio necesario para pensar y actuar sobre la migración, al integrar voces diversas y perspectivas interdisciplinarias que abren camino hacia un futuro más inclusivo.
La suma de esfuerzos entre academia, Gobierno y sociedad civil es vista como la mejor vía para enfrentar los complejos desafíos que implica la movilidad humana en la frontera sur.
En conjunto, la cumbre dejó un mensaje claro, la migración no es solo un fenómeno de paso, sino una realidad que transforma comunidades y requiere respuestas integrales desde la colaboración y el respeto.
Los temas abordados en los paneles reflejaron la complejidad del fenómeno y subrayaron la importancia de políticas públicas que reconozcan la dignidad y derechos de las personas migrantes.
En este marco, la UNACH reafirmó su compromiso como motor de análisis, debate y acción en torno a la migración, consolidándose como un referente académico y social en la región.Este evento no solo generó conocimiento, sino que también sembró las bases para futuras alianzas y proyectos que buscan transformar la realidad migratoria desde la cooperación y el humanismo.