Roberto Chanona
Desde tiempos muy antiguos ha existido paramanifestar inquietudes artísticas y las paredes han sido el medio más idóneo. Sus expresiones aparecenen muros tan antiguos como los de la ciudad de Pompeya del siglo II d. C., en la Domus Áurea de Nerón y en la Villa de Adriano, entre las cuales se encuentran las letrinalias, inscripciones en losespacios de las letrinas, calificados así porarqueólogos e historiadores.
El grafiti contemporáneo, tal como lo conocemos, apareció en la década de los 60, influido por la cultura hip hop. Al parecer, su historia registra los primeros en Filadelfia, en cuyas calles unos jóvenes se dieron a conocer con los seudónimos de Cornbread, Cool Earl,Sexy Snake, Knife y Tity Peace Sign, entre otros. Posteriormente, pasó a los guetos de Nueva York,donde tuvo su mayor despegue. La prensa empezó a publicar notas acerca de los primeros writers, señalando el surgimiento de una subcultura, identificada con un bombardeo a los muros de la ciudad. Entre los pioneros están TAKI 183, Julio 204 y Frank 206, quienes marcaban su nombre o sobrenombre y el número de la calle donde vivían.
Al fenómeno del grafiti es imposible ubicarlo en una sola disciplina de estudio. Su esencia se enriqueció con expresiones icónicas que lo elevan, para algunos, al nivel del arte, aunque en contraparte se considera que debe ser castigado por las autoridades.
En la actualidad tenemos el estilo europeo, preocupado más por el contenido literario que por la forma y el color. Su tema es protestatario. También está el modelo estadunidense que surgió de los medios de comunicación masivos y es de carácter icónico, con una despreocupación social o política mediante expresiones simbólicas, pero que al quedar plasmada en un territorio demarca los niveles social, político y cultural.
Hace poco vi un programa muy interesante sobre el grafiti de la fotógrafa Mariana Yampolsky, quienfotografía desde hace años esta corriente. Ella decía que encuentra cierta similitud entre las marcas comerciales como Coca-Cola, Pepsi, cerveza Sol, Domino’s, que nos bombardean con sus firmas o letras por toda la ciudad. Al parecer tienen el mismo patrón, marcar su territorio en la urbe.
En Tuxtla los aldeanos tienen un estilo más bien neoyorquino, por su carácter icónico, aunque de un tiempo acá se han refinado, porque han ido incluyendo un aspecto visual que cada día me gusta más. Estos grafitis llevan los nombres de Noriega, Hugo Huitzi, Sekta, Dakpak, Alen, DSC, entre otros. Aquí ya existeun estilo gráfico definido, un trabajo digno de ser expuesto, al grado de que algunos comercios los están contratando para murales en sus negocios.
Al respecto tengo una anécdota que nos muestra el poder subversivo del grafiti. Un día me encontré con el pintor Enrique Díaz y me platicó que el Estado había decidido que ciertas bardas de la ciudad, en total seis, iban a ser pintadas por él con el fin de que esos espacios fueran decorados. La idea me pareció buena y Enrique se puso a trabajar duro y pintó dos bardas del Parque Morelos, otra en la Tercera Norte a la altura de 5a. Oriente, otra en el Libramiento Norte y más que ya no recuerdo. Cuando quedaron terminados los murales urbanos se veían mejor que aquellas bardas feas, naturalmente, pero la sorpresa fue que unasemana más tarde ya les habían quebrado su mandarina en gajos: a unos ya les habían pegado publicidad encima, otros con aerosol les habían pintado firmas y rallas y a otros de plano les habían dado picazos. Me detuve un momento y empecé a reír y pensé: ¡la venganza apache! Esa otra subcultura, la reina de la calle, se había vengado por meterse consus bardas.
La otra cara de la moneda son los dueños de las propiedades que han sido dañadas. La sensación de impotencia y coraje que invade cuando ves tu casa toda pintada, no obstante que algunos propietarios ponen un letrero de no pintar y piensan: “Pinches jóvenes pandilleros, faltos de valores, que muestran la parte oscura de la sociedad al no respetar la propiedad privada, merecen y deben ser castigados consanciones severas.”
Por último, se encuentran las autoridades, quienes han reaccionado de diversas formas en todo el país, siendo la represión moderada o fuerte la tónica general. La visión que tienen de estos jóvenes se refleja en la frase: “A los perros trátalos como perros”,y añaden: “Los grafiteros son los animales para ser curados por el arte de una nueva cultura”.
Solamente nos queda la búsqueda de un punto medio para impulsar este arte que se manifiesta cada vez más espectacular. Quizá aquella idea de dar los muros feos de la ciudad para pintarlos no es mala, solamente hay que dejar que las obras sean ejecutadas por las personas que clandestinamente lo han venido haciendo, porque son ellos los verdaderos autores de esta corriente que se presenta como La Reina de la Calle.