Más de 100 mil derechohabientes enfrentan servicios médicos inoperantes que los obliga a buscar atención fuera del estado
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La crisis en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de Tapachula ha dejado de ser un rumor para convertirse en una exigencia colectiva. El magisterio chiapaneco, a través de la Sección VII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), planea poner sobre la mesa las deficiencias estructurales y humanas que aquejan a más de 100 mil derechohabientes. Médicos que no llegan, medicinas que no aparecen y un hospital nuevo que permanece estancado desde octubre de 2021 son solo algunas de las fallas que serán expuestas ante autoridades estatales y federales.
La Clínica Hospital doctor Roberto Nettel Flores opera sin quirófano, sin equipo médico suficiente y sin personal especializado. Para los trabajadores del Estado en la región, acudir al ISSSTE se ha convertido en un recorrido burocrático que ofrece todo, menos salud. Los traslados a otras ciudades han dejado de ser una excepción y se han convertido en la única vía posible para recibir atención mínima.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), al cierre de 2023 el 36 por ciento de los hospitales del ISSSTE presentaban rezagos en infraestructura o incumplimiento de normativas. En Chiapas, solo el 42 por ciento de las clínicas del ISSSTE contaban con personal médico especializado, según reportes de la Secretaría de Salud estatal. Además, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico en México (Conamed) ubicó al ISSSTE como la segunda institución pública con más quejas por negligencia médica en 2022. A esto se suma que, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social(Coneval), el 24.3 por ciento de los derechohabientes del ISSSTE no accedieron a servicios de salud ese mismo año.
La obra inconclusa del nuevo hospital ha simbolizado la desidia institucional. Sin avances visibles y sin fecha clara de finalización, los recursos invertidos hasta ahora no se traducen en beneficios reales. Para el magisterio, esta situación refleja no solo un incumplimiento técnico, sino una falta de voluntad política para atender a una región relegada.
La reunión con el gobernador del estado y el director general del ISSSTE, será más que un acto protocolario. Representarála oportunidad de corregir una omisión prolongada y de reconocer que el sureste del país no puede esperar por atención médica digna.