El estudio señala 13 zonas prioritarias por su nivel de afectación y riesgo de deslizamientos
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Tuxtla Gutiérrez enfrenta una crisis ambiental silenciosa pero devastadora. Durante los últimos 26 años, la capital chiapaneca ha perdido cerca de 955 hectáreas de cobertura vegetal, situación que no solo impacta la biodiversidad local, sino que también incrementa el riesgo de fenómenos naturales como deslizamientos de tierra, olas de calor y escasez de agua.
Así lo reveló un informe elaborado por el colectivo Vivo Chiapas, organización ambiental que desde hace una década ha documentado el deterioro ambiental de la zona metropolitana. El estudio, que abarca desde 1999 hasta 2025, identifica la transformación del paisaje a partir del crecimiento de zonas urbanas, la expansión agropecuaria y la reducción de cuerpos de agua.
Karla Mancilla, integrante de Vivo Chiapas y vocera del proyecto, explicó que estos cambios afectan directamente la calidad de vida de la población. “Este informe tomó datos desde 1999 a 2025; primero, los cambios en la cobertura vegetal, la expansión del recurso agropecuario y urbano y la reducción de los cuerpos de agua en la zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez. Esto indica que estamos perdiendo esa cobertura forestal en las partes altas de la cuenca, lo cual incide no solo en la calidad de vida sino en la pérdida de diversidad, pero también en un mayor riesgo y peligro de fenómenos climáticos que se están dando y que ya estamos viviendo en Tuxtla”, señaló.
El informe arrojó una cifra alarmante, 954.83 hectáreas de cobertura vegetal han desaparecido en este periodo. Además, se identificaron 13 zonas prioritarias donde la pérdida forestal se combina con altos niveles de riesgo de deslizamientos, lo que representa un doble peligro para los habitantes de estas áreas.
“Nos arrojó un dato de 954.83 hectáreas de pérdida de cobertura vegetal en la región y se identificaron alrededor de 13 zonas prioritarias, zonas más impactadas, y se traslaparon estos resultados con riesgos y peligro de deslizamiento. Entonces en la cartografía tenemos la zona de pérdida de cobertura forestal, pero también una capa de riesgos de peligro de deslizamiento”, agregó Mancilla.
Estas zonas prioritarias incluyen colonias y comunidades tanto en Tuxtla Gutiérrez como en municipios aledaños, como San Fernando. Entre ellas se encuentran Berriozábal, Ciudad Maya, Santa Inés, Buenavista Independencia, San José, San Juan y Sagrado Corazón en la capital chiapaneca, así como Las Canoitas, Don Ventura y Santa Cruz en San Fernando. Estas áreas presentan graves afectaciones por pérdida de vegetación y su localización en laderas o zonas de alta pendiente las hace aún más vulnerables.
En respuesta a esta problemática, el colectivo Vivo Chiapas ha puesto en marcha la campaña “Menos fuego, más monte”, en la que participan diversas organizaciones civiles y cuyo propósito es restaurar áreas afectadas mediante acciones de reforestación y educación ambiental. Bajo esta estrategia, se prevé realizar entre cinco y ocho reforestaciones durante el presente año en los puntos críticos detectados por el estudio.
En esta convergen varias organizaciones civiles y, bajo el apoyo de CNC, estamos organizando de cinco a ocho reforestaciones en estos sitios prioritarios. En Berriozábal ya tuvimos el acercamiento con la Secretaría de Medio Ambiente, con la que estamos trabajando en estas cinco colonias para hacer una primera intervención este año”, detalló Mancilla.
De acuerdo con los ambientalistas, las consecuencias de esta pérdida vegetal se manifiestan ya en el aumento de las temperaturas urbanas, la disminución de captación de agua en los mantos freáticos, el incremento en la contaminación del aire y un mayor riesgo de deslaves en temporada de lluvias.