El proyecto busca mejorar las condiciones de vida, promoviendo la sostenibilidad y participación comunitaria
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Familias fueron beneficiadas con la entrega de 11 viviendas sustentables construidas por la organización Hábitat para la Humanidad México (HPHM) en la comunidad Monte Sion, habitada por familias tsotsiles desplazadas por motivos religiosos. Esta entrega se enmarcó dentro del proyecto Lekil’Na, que significa “vivienda sustentable” en lengua tsotsil, y representa un rayo de esperanza para una comunidad que ha enfrentado años de vulnerabilidad y precariedad.
Las viviendas fueron diseñadas y edificadas con la participación directa de las propias familias, quienes colaboraron en todas las fases del proyecto, desde el diseño inicial hasta la selección de materiales y la construcción final. La comunidad, que cuenta con aproximadamente 200 personas, ha vivido en condiciones difíciles, lo que hace aún más significativa esta iniciativa, que busca mejorar su calidad de vida.
Cada una de las viviendas cuenta con soluciones ecológicas pensadas para reducir el impacto ambiental y adaptarse al entorno social y climático de la región. Estas casas están equipadas con paneles solares que generan energía limpia, estufas ahorradoras de leña que disminuyen la tala de árboles y mitigan riesgos de salud, así como sistemas de captación de agua de lluvia. Además, las familias obtienen certeza jurídica sobre la propiedad de sus viviendas, lo que les brinda una estabilidad crucial.
Uno de los componentes innovadores en la construcción fue el uso de bloques hechos con RESIN8, una tecnología que transforma residuos plásticos no reciclables en un agregado de alta resistencia para el concreto. En promedio, cada vivienda contiene 232 kilogramos de este material, elaborado a partir de cartuchos de silicón recolectados por la empresa Dow. Este proceso evitó que casi dos toneladas de desechos plásticos terminaran en vertederos, contribuyendo a la economía circular y a la reducción de la huella de carbono.
Además, se utilizaron pisos sustentables y materiales de bajo impacto ambiental, adaptados a las condiciones geográficas y culturales de la comunidad.
El proyecto fue posible gracias a una alianza entre Hábitat para la Humanidad México, CRDC México, WescoInternational y Dow, con el apoyo técnico de 3Lotus Consulting y GBCI México. Las viviendas están actualmente en proceso de certificación bajo el sistema EDGE, desarrollado por la Corporación Financiera Internacional del Grupo Banco Mundial, que valida su eficiencia energética, ahorro de agua y reducción en la huella de carbono.
Vania Monterrubio, directora de Desarrollo de Recursos y Alianzas de HPHM, destacó que “la vivienda adecuada es un derecho humano que abre la puerta a otros derechos”. Monterrubio enfatizó que este tipo de proyectos busca garantizar que incluso las comunidades más vulnerables tengan acceso a infraestructura digna y sustentable, contribuyendo así a su desarrollo integral.
María Laura Rojas, CEO de CRDC México, agregó que “la economía circular también tiene que estar al servicio de quienes más lo necesitan”, resaltando la importancia de modelos que integren sostenibilidad y justicia social. David Domínguez, de 3Lotus Consulting, también subrayó que “lograr una certificación EDGE en vivienda social rompe paradigmas en México”.
Además de la infraestructura, el proyecto incluyó procesos de capacitación para las familias beneficiadas, enfocándose en el uso, mantenimiento y apropiación de las ecotecnologías instaladas. Estas capacitaciones buscan generar dinámicas comunitarias que fortalezcan la organización y el cuidado colectivo del entorno, promoviendo así un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida.
La entrega de estas viviendas no solo representa un avance significativo en la mejora de las condiciones de vida de las familias tsotsiles desplazadas, sino también un modelo a seguir para futuros proyectos de vivienda sustentable en México. La colaboración entre organizaciones y la participación activa de la comunidad son clave para construir un futuro más justo y sostenible.