Desde inscripciones hasta uniformes y útiles, el coste de la educación se convierte en una carga financiera significativa
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
El cierre del ciclo escolar trae alivio a muchos padres, pero no dura mucho. Con el inicio de un nuevo año escolar a la vista, las familias deben prepararse para una nueva ronda de gastos que, en muchos casos, se vuelve abrumadora. Las inscripciones, los uniformes y los útiles escolares son solo algunos de los gastos que se avecinan, y su acumulación puede afectar seriamente el presupuesto familiar.
En un sondeo realizado entre los padres de familia, las cifras sobre el gasto aproximado para el próximo ciclo escolar son alarmantes. “Híjole, este, quizás pasadito tal vez de unos tres mil 100, quizás más”, dijo un padre de familia. Cuando se le preguntó qué incluye esa cantidad, la respuesta fue clara: “Los gastos de inscripción, los gastos de uniforme, calzado, los útiles, mochilas y todo lo demás que pidan en la escuela”.
El presupuesto de más de tres mil pesos parece ser una estimación conservadora, dado que los costos de los útiles escolares y las cuotas escolares continúan aumentando. “Mira, la inscripción mil pesos; aparte, se compran uniformes, aproximadamente otros mil, mil doscientos. Los útiles se están saliendo ahorita carísimos, son aproximadamente 800 solo las libretas. Otros 500 entre mochilas y lo demás. Ahorita está muy difícil la situación”, explicó otro padre, quien se muestra preocupado por el impacto que estos gastos tendrán en su economía familiar.
No solo se trata de los gastos inmediatos al inicio del ciclo escolar. Muchos padres refieren que la carga económica no termina en agosto. “Hay que pensar que durante todo el año hay gastos. No solo a principios de ciclo escolar. Desde actividades extracurriculares hasta materiales adicionales que la escuela pide. Es un gasto constante”, comenta una madre, que prefiere no pensar en lo que se avecina.
El aumento en el costo de la vida y los salarios está lejos de mantener el ritmo con los precios de los útiles escolares y cuotas escolares. Este ciclo escolar, las familias se encuentran en una encrucijada: ¿cómo equilibrar la educación de sus hijos con la presión financiera que esto conlleva?
Algunos padres, conscientes de los desafíos, han comenzado a buscar alternativas. “He estado considerando comprar útiles de segunda mano o buscar en redes sociales, donde a veces hay padres que venden lo que sus hijos ya no usan”, compartió otro padre. La creatividad se vuelve esencial a medida que los padres intentan reducir gastos.
Además, se ha notado un aumento en la preocupación sobre la calidad educativa y la necesidad de participar activamente en la educación de sus hijos. “La educación es una inversión, pero a veces se siente como un sacrificio. Queremos lo mejor para nuestros hijos, pero a qué costo”, reflexionó una madre de familia.
El impacto de estos gastos escolares no solo afecta a la economía familiar, sino también a la dinámica social. Las familias que no pueden hacer frente a estos costos adicionales a menudo se sienten marginadas, lo que puede afectar la autoestima de los niños y su rendimiento escolar.
Las escuelas, conscientes de esta situación, empiezan a implementar medidas para ayudar a las familias. Algunas instituciones han comenzado a ofrecer planes de pago flexibles o descuentos en inscripciones para familias de bajos recursos, pero muchos padres aún sienten que no es suficiente.
Con el inicio del ciclo escolar a la vuelta de la esquina, la presión financiera sobre las familias es palpable. Cada año, el mismo reto, hacer que la educación de sus hijos no solo sea una prioridad, sino que también sea accesible.